Al estar presente enfermedades, como los son la diabetes y la obesidad, esto aumenta de gran manera la tasa de mortalidad de enfermedades cardiovasculares, a esto hoy en día se le conoce como diabesidad. Pero además, “la obesidad es la mayor causa de aparición de la diabetes tipo 2, ya que hace que el tejido adiposo provoque una mayor resistencia a la acción de la insulina, es decir, que en las personas con obesidad el páncreas tenga que realizar un esfuerzo mayor para mantener unos niveles de glucosa dentro de la normalidad. Al cabo de unos años el páncreas se agota y es cuando aparece la diabetes”, señala este experto. Por ello este especialista apuesta por controlar ambos factores de riesgo.
“Contamos con nuevos fármacos que actúan controlando la glucemia, pero además tienen un efecto sobre el peso y producen menos efectos secundarios. De este modo, haciendo que el paciente pierda peso, podemos controlar el resto de factores de riesgo cardiovascular que tienen las personas con diabetes”. Entre ellos, la última innovación terapéutica disponible en nuestro país es Liraglutida, un fármaco con una homología del 97% al GLP-1 (Péptido similar al glucagón tipo 1) natural del organismo, una hormona secretada por el intestino cuya función es regular los niveles de glucemia manteniéndolos en rangos de normalidad.
Según explica el doctor Salvador, “los análogos del GLP-1 son fármacos antidiabéticos que además de controlar la glucemia inducen una pérdida de peso, que llega a ser significativa en muchos pacientes. Este hecho representa un cambio radical en el enfoque terapéutico de la diabesidad, ya que la mayoría de los antidiabéticos existentes hasta ahora provocaban como efecto indeseable un incremento del peso corporal”.
Además de obesidad, la mayoría de los pacientes con diabetes tipo 2 presentan otros factores de riesgo cardiovascular como dislipemia (alteración de los niveles de lípidos sanguíneos) e hipertensión arterial. Esta agrupación de factores de riesgo se conoce como “síndrome metabólico”. “El 80% de los pacientes diabéticos son hipertensos y la mayoría tiene elevados los triglicéridos y unos niveles bajos de colesterol HDL (conocido como `colesterol bueno´). En conjunto todas estas alteraciones determinan que los pacientes con diabetes tipo 2 tengan un elevado riesgo cardiovascular”, explica.
La hiperglucemia crónica en ausencia de síntomas conlleva lesiones en múltiples tejidos, entre ellos la retina, los riñones y el sistema cardiovascular. Además, la diabetes es la primera causa de insuficiencia renal terminal en la población española, la principal causa de amputaciones (sólo en España, 146.000 anuales) y uno de los primeros motivos de ceguera debido a la retinopatía. Para evitar todas las complicaciones es fundamental controlar la enfermedad, es decir mantener bajo control el nivel glucémico.
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