¿Cuántas veces has leído declaraciones de actores o modelos que afirman que algunos de sus trucos para cuidarse son dormir mucho, comer mucha fruta y verdura o beber mucha agua? Hoy me siento a desmentir una serie de mitos que se han ido popularizando mucho, con el paso de los años, empezando por el del agua y la cantidad correcta de agua.
1. Se deben beber, mínimo, dos litros del vital liquido al día siendo esta la cantidad correcta de agua
Esta afirmación es completamente falsa, por más extendida que esté. Cada persona es un mundo, y cada día también. No hay una cantidad correcta de agua al día; dependiendo de algunos factores como el peso, la edad, la condición física y, lo más importante, el estilo de vida que lleves, tendrás que tomar entre 6 y 8 vasos.
Si haces mucho ejercicio, sudarás mucho y deberás reponer más agua y sales. Hay un modo de saber si estamos bebiendo más o menos agua de la que nos corresponde; si el color de tu orina es amarillo claro, todo está bien, sin embargo, si es muy amarilla, has de beber más. Por otro lado, ir muchas veces a hacerlo, y que cuente con un color transparente, indica que se está bebiendo demasiado.
2. Correr adelgaza
Por norma general sí, pero también hay personas rellenitas que corren unas seis horas a la semana y no logran adelgazar. Correr es un ejercicio aeróbico muy saludable para el corazón, que te hace adelgazar si te sobran kilos. No lo hará si no aumentas la intensidad conforme pierdes peso, cambias de ritmo, etcétera.
3. Cuanto más sudas, más grasa quemas
Si bien hacerlo es un indicador de que el metabolismo está activo, generando energía térmica por el ejercicio (lo cual pone en marcha el mecanismo de refrigeración que es el sudor), la grasa que se quema no va ligada al sudor en todos los casos.
Hay personas que apenas sudan, aunque su temperatura aumente; y otras que lo hacen mucho y su temperatura apenas varía cuando se ejercitan. Muchas veces sudar es más bien un indicador de que no estás haciendo un entrenamiento correcto.
4. Si no haces ejercicio todos los días, engordas
Hacer una hora de actividad física al día es muy saludable, no obstante, no hay que obligarse a salir a hacerlo los días de lluvia, o los días que se está enfermo. Si engordas es porque comes mal y no ajustas las calorías a lo que te mueves. Tu cuerpo no tiene una calculadora interna; debes controlar qué comes los días de descanso.
5. Las legumbres engordan e hinchan el estómago
Es cierto que el estómago se hincha con ellas, dado que son ricas en fibra (de ahí su capacidad saciante), pero de ahí a que te hagan engordar…
Más bien es lo contrario; te llenan y hacen que comas menos, y como son laxantes, vas al baño antes lo cual te ayuda a perder peso.
6. Elimina los carbohidratos de tu dieta
Estos son esenciales para mantener el cuerpo con energía. No puedes eliminarlos de una dieta regular. Has de combinar la ingesta de éstos con el ejercicio, ya que los carbohidratos actúan a modo de esponja absorbiendo líquidos para que puedas resistir.
7. Los alimentos light no engordan
Que un alimento lleve la etiqueta light, y en teoría sea bajo en grasa o calorías, no significa que sea correcto para tu dieta. Para comprobar que lo es has de poner atención a su valor nutricional. Si no lo haces, es probable que más de una vez caigas en la trampa de las grasas transgénicas.
8. Hay que tomar mucha fruta y verdura a diario
Sí, se debe de tomar fruta y verdura, pero también hay que tener en cuenta que una dieta a base de estos alimentos produce alteraciones de glucosa y prediabetes. Si bien son muy sanos y están repletos de vitaminas, agua, fibra y minerales, no se deben consumir más de 5 piezas al día, contando por supuesto lo que ingieres en zumos.
9. No ingerir alimentos después de una comida
Si bien no es recomendable, comer tras las comidas no es tan perjudicial para tu dieta. Tiene una mayor importancia el cuánto, así que has de tener cuidado a la hora de ingerir alimentos, ya que a tu cuerpo no le importará el momento pero sí la cantidad.
10. Menos calorías, menos peso
Una dieta no consiste en reducir de manera radical la ingesta de calorías. Si antes de comenzarla tu cuerpo está acostumbrado a ingerir 2.000 calorías, y durante esta, pasas a ingerir 1.000, tu instinto puede convertir dicha falta en necesidad de comer alimentos poco saludables. Has de reducir la cantidad de calorías de manera progresiva.
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FUENTE: EsLaSalud.com