Tortitas sanas de almendras
Aunque te cueste creerlo un poco porque la mayor parte de las recetas que tengo publicadas son recetas dulces, yo no soy una persona "dulcera". Los dulces no son mi plato predilecto a la hora de comer. Lo que más me gusta a mí es la comida de antes de los postres, sobre todo las ensaladas.
Sin embargo, mi marido es un goloso sin remedio. Pero no un goloso cualquiera, noooooo. Pertenece a ese grupo de golosos odiosos que no se privan de nada y no engordan. Ese tipo de gente que no parece tener un gramo de grasa de más y a la que cuando les preguntas qué hacen te dicen como si tal cosa:
"¿Yo? Nada. Si yo me harto de comer dulces".
Y a ti se te queda la cara de Bilbo al ver el anillo y unas ganas tremendas de lanzarte encima y arrancarle ese "superpoder".
Pero claro, lo de engordar es solo una cosa más de las muchas que conlleva comer azúcar y por eso, y porque él no suele enredar con los fogones a menos que sea una cuestión de subsistencia extrema, yo me encargo de limitarle su consumo. (Y hago un paréntesis para decir que menos mal que se acerca muy poco a los fogones porque la cocina lo odia y tiene retorcidas maneras de hacérnoslo ver. Es más, a veces pienso que si yo supiera dibujar e hiciera un comic sobre sus desventuras en la cocina, nos forrábamos).
Muchos domingos me gusta levantarme y preparar tortitas para desayunar y aunque ya tenía una receta de tortitas sanas, quería dar una vuelta de tuerca más. Una receta que no llevara nada de harina pero que por otro lado tuviese un mejor aporte de proteínas (y a ser posible que fueran superfáciles).
Esta receta no ha salido a la primera, no te voy a mentir. Ha habido varios intentos durante varios domingos.
El último intento antes de este fue un fracaso total que acabó con la masa en la basura y conmigo sintiendo un remordimiento horrible que se materializaba en la voz de mi madre recordándome que no se debe tirar comida. Por esto mismo, aunque los anteriores fracasos acabaron siendo tortitas con texturas muy sospechosas, nos las comimos. Eso es así.
¡Pero estas son perfectas! Fáciles, baratas, rápidas de hacer, buenas de sabor y perfectas de textura.
¡¡Habemus tortitas supersanas!!
TORTITAS SANAS DE ALMENDRAS
Tiempo de preparación: 10 minutos +10 minutos de reposo de la masa
Cantidad: 24 tortitas aproximadamente
INGREDIENTES
220 gramos de harina de almendras (almendras blancas finamente molidas) (1)
2 huevos
1/2 cucharilla de sal
1/2 cucharilla de canela (opcional)
1 cucharilla de extracto de vainilla
1/2 de levadura (normal o sin gluten)
150 ml. de leche de soja* u otra de tu gusto (2).
Aceite de coco o mantequilla para freír las tortitas
INSTRUCCIONES
1. Batir los huevos (si eres vegano puedes sustituir los huevos de la siguiente forma: 1 huevo = 3 cucharadas de semillas de chía + 1 de agua)
2. Añadir la harina de almendra, la sal, la vainilla, la levadura y la canela si fueras a echarle y batir.
3. Añadir el líquido (yo he usado leche de soja) y batir.
4. Dejar la masa reposar al menos 10 minutos.
5. En una sartén antiadherente pon un poco de aceite de coco o mantequilla y calienta. Añade un cacito de la masa y cocina a fuego lento.
6. Cuando esté cuajada y sea posible, dale la vuelta con cuidado.
Decora con fruta, sirope de arce o lo que te apetezca más.
¡A disfrutar!
ACLARACIONES
(1) Yo compro la almendra ya molida en Mercadona. La venden en paquetes de 125 gramos que están muy bien.
(2) Para que sean paleo 100%, la leche no debe ser de soja como me ha recordado Vane del blog Paleomoderna. Así que usa leche de almendras o de normal.
(3) Si te gustan más dulces, puedes añadir un poco de Stevia a la masa o 2 cucharadas de miel o sirope de arce.
Como ves se me ha ido la mano con el sirope de arce para hacer las fotos...pero que conste que lo he hecho por las fotos...jejejeje
Y ahora sí. Aquí te digo hasta el próximo post, que llegará antes de que puedas decir "tooor-tiiiiii-taaaaas".
Un abrazo fuerte.
Ana
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