Entre exámenes finales y nuevo cuatrimestre me han quedado unos pocos días de relax, pero la cosa empieza de nuevo y mañana ya suena el despertador: clases, trabajo, proyectos en mente a los que quieres buscarles un hueco y ahora el blog + volver intentar entrenar de forma constante. Quisiera poder llevarlo todo bien.
Pero el tema hoy es otro, os vengo a hablar de las cosas típicas del deporte, las que nos suelen pasar sobretodo cuando estás empezando, como ha sido y ES mi caso. ¿Estoy en un constante empezar? jajaja.
¿A quién no le ha pasado que cuando se inicia en algo, en el ámbito que sea, busca alguien que le acompañe? Yo creo que lo he hecho la mayoría de veces que he empezado con algo y casi siempre acabo sola xD. Es curioso como sentimos la irremediable sensación de arrastrar a alguien con nosotros hacia eso nuevo, incluso me atrevería a decir que cuando nos rechazan pensamos: “Pues luego no me digas ‘tal’ que yo ya te avisé”.
No recuerdo todas las ocasiones en las que lo he hecho, pero sí las que abarcan la temática del blog: Por ejemplo, son muchas las veces que me he dicho “va, el lunes empiezo dieta” y he querido que todo el mundo de mi alrededor, sobretodo quien vive en casa, se sume a mi iniciativa, pero nada… Y te frustras, porque sola te cuesta y más si tienes que estar viendo como a tu lado se zampan una hamburguesa con patatas fritas… La solución a ésto ya hace tiempo que la he encontrado y no es “hacer dieta”, es cambiar los hábitos alimenticios en casa. Está claro que tampoco vas a imponerles algo que sólo tú quieres, pero nunca está demás preocuparse por la salud de los que te rodean.
Junto a esto, están todas las veces que he decidido hacer algo de deporte: Me llevo a mi madre, intento convencer a mi hermana, le comes la cabeza a tus amigas y un largo etcétera. A veces con suerte alguien cae y encuentras en una persona cercana tu perfecta compañera de fatigas, sin embargo en otros casos la cosa no cuaja y ésta tampoco es la mejor solución: no todo el mundo tiene nuestros mismos objetivos. Quizás lo primordial es aplicarnos el cuento nosotros mismos, y tal vez dando ejemplo de verdad consigas motivar a alguien.
He de decir que yo he conseguido que otr@s muevan el culo y me hace sentir toda una capitana de equipo jajaja, pero también me gusta que a veces también tiren de mi y para eso está mi entrenador personal ?.
¿Qué me decís de esto, habéis arrastrado alguna vez a alguien o sois los arrastrados? Pronto se acerca San Valentín, quizá un buen día para entrenar con alguien: amig@s, familia, pareja…
Pasad una feliz semana, nos vemos aquí cuando vuelva a tener un hueco :)