Las semillas de chía y amaranto son ricas en ácidos omega 3 y fibra, lo que las convierte en un alimento ideal para bajar el colesterol y los triglicéridos de forma natural.
Ayudan a reducir la incidencia de enfermedades cardiovasculares.
Ayudan a revertir el estreñimiento, mejorando el tránsito intestinal.
Mejoran el control de la glucemia, normalizando su concentración en sangre.Ayudan a depurar el organismo. Incluidas en una dieta para adelgazar, pueden ayudar a perder peso.
Ambas semillas son consideradas superalimentos de tradición ancestral.
El amaranto tiene un alto contenido de proteínas, calcio, ácido fólico y vitamina C, por lo que hace que sea uno de los alimentos preferidos por deportistas.
La chía es rica en calcio, magnesio, manganeso y fósforo, proteínas y antioxidantes. El contenido de calcio hace que las semillas de chía sea una de las fuentes vegetales más importantes de este mineral, junto con las semillas de sésamo.
¿Qué tal? ¿Y así dicen que la alimentación basada en plantas es deficiente? ¡Sólo es cuestión de equilibrio y más información!
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