Dicen las malas lenguas que la siesta es un invento español, pero la están adoptando la mayoría de países del mundo. La necesidad de echar una cabezada después de la comida principal tiene su explicación:
Después de comer nuestro organismo experimenta variaciones en la glucosa, debido a la comida ingerida.
Dependiendo de la cantidad y del tipo de comida ingerida, estas variaciones serán más o menos intensas, empezando todo un proceso en el que intervienen algunas hormonas, el aparato digestivo y un montón de etc. Es lo que conocemos popularmente como hacer la digestión
Cuando nuestro organismo se encuentra en pleno proceso de hacer la digestión, nos sentimos más o menos somnolientos dependiendo de la cantidad y lo pesada que haya sido la comida que hayamos ingerido.
Así tenemos que lo normal después de comer es sentir:
Sueño
Pesadez corporal
Confusión
Falta de concentración
Cansancio…
En España la costumbre de echar la siesta es muy antigua y está muy arraigada, y aunque reconozco que echar la siesta es un placer, lo cierto es que tiene muchos beneficios
Beneficios de echar la siesta
Ayuda a descansar
Despeja la mente
Reduce el riesgo de infarto
Alivia tensiones
Relaja
Elimina la fatiga psíquica y mental
Nos mantiene de buen humor
Aumenta la imaginación
La capacidad creativa
La intuición
La capacidad de enfrentarnos a problemas
Y nos provoca una sensación de bienestar…
¿Cuánto debe de durar la siesta?
No es necesario que nos pasemos media tarde durmiendo, una siesta corta que oscile entre los diez y los veinte minutos, es suficiente para darle un merecido descanso al cerebro, siempre y cuando vaya unida a un buen descanso nocturno.
Mirar ya hasta los americanos están haciendo estudios sobre la siesta, y según un estudio que hizo la NASA, la siesta debe de durar veintiséis minutos, ni uno más ni uno menos.
Según este estudios, después de veintiséis minutos de sueño seremos capaces de aumentar un 55% nuestro nivel de alerta y un 35% nuestro nivel de rendimiento, comparado a como estábamos antes de sentarnos a comer, después de una mañana de trabajo.
Aunque seamos de esas personas que nos cuesta dormirnos, simplemente con recostarnos y mantener los ojos cerrados, nos ayuda a relajarnos y coger la energía suficiente para hacer frente al resto del día
Lo dicho echarse una siesta corta es una muy sana costumbre, aparte de ser uno de los placeres de la vida.
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Un saludo
Mari Carmen
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