¡Hola a todos!
Antes que nada… ¡¡Feliz Navidad!! ¿Cómo estáis pasando estas fiestas? ¡Seguro que bien! ¿Y cómo os estáis portando con la comida…? Ayyy, me da que aquí la respuesta no es tan buena… vale, no pasa nada, aún estamos a tiempo de que en enero no nos dé un soponcio al subirnos a la báscula… Así que hoy vamos a ver cómo controlar la báscula en navidad.
Importante, ¿estáis cumpliendo con lo que os dije en la anterior entrada del ejercicio? Yo de momento voy bien, la semana pasada hice ejercicio 5 días, así que estoy contenta. Y hasta Nochebuena comí bien… pero después… pufff… si es que una vez que se empieza… ya no hay manera de parar.
Pues os cuento mi planing para esta semana para no echar por tierra el esfuerzo de todo el año…
Fundamental, esta semana, a cumplir con el ejercicio también. Mínimo 5 días (en mi caso, recordad, si vosotros hacéis ejercicio 3 días a la semana, pues 3, aunque yo os recomiendo, si podéis, que hagáis algo más de ejercicio de lo habitual).
¿Y la alimentación qué? A ver, está claro que en Fin de Año y en Año Nuevo vamos a tener comilonas… pero eso no quiere decir que toda la semana vaya a ser así. Mi consejo (que además es lo que voy a hacer) es comer sano hasta el jueves. Voy a comer más o menos como me alimento habitualmente, entre semana. ¡Nada de picar, la bandeja de turrones lejos y las sobras de las comidas de navidad en el congelador o en casa del vecino! ¡Donde sea, pero lejos de mi vista! Fuera tentaciones. Eso sí, lo que no vale es pegarnos toda la semana a base de lechuga… porque entonces cuando llegue la cena de Fin de Año nos vamos a comer hasta la mesa. Comed sano, nada de picoteos, ni fritos, ni dulces. Mucha fruta y mucha verdura, pero prohibido pasar hambre. Bebed mucha agua y té (el alcohol lo dejamos también para Nochevieja, ¿ok?).
De esta manera, llegaremos a la cena de Nochevieja sin ganas de devorar todo lo que pillemos, pero con el estómago a punto para estas comilonas. Una vez que estemos en la cena, lo mejor es tener, junto a la copa de vino, un buen vaso de agua (por la cosa de no andar bebiendo todo el rato alcohol…) Si podemos evitar bebidas tipo ron, vodka y esas cosas, mejor. Comer raciones pequeñas (y así podemos probar de todo). Si hay ensalada, hacernos con una buena ración. Si podemos evitar salsas, mejor pescado que carne… Y una vez que terminemos la cena, ¡cuidado con la bandeja de turrón! Si sois de los que aún no teniendo hambre, no podéis parar de comer si hay dulces en la mesa… ¡entonces procurad alejaros de ellos! Podemos ir preparando las uvas para las campanadas o echarnos un baile… ¿qué os parece? No digo que no se pueda comer nada de dulce, pero tampoco es cuestión de acabar la noche con dolor de barriga…
En la comida de Año Nuevo, más de lo mismo… aquí sí que os recomiendo que controléis mucho lo que coméis, porque después de la cena del día anterior… el estómago tiende a resentirse… Y el resto de días, pues a comer de nuevo sano. Mucha fruta, mucha verdura, agua… pero de nuevo, nada de pasar hambre. ¡Mejor compensamos los excesos con una buena dosis de ejercicio!
En resumen, esto es lo que voy a hacer yo estos días (y lo que os aconsejo a vosotros que hagáis) para controlar el peso:
5 días de ejercicio a la semana.
Mucha fruta, verdura y agua.
Comer sano, pero sin pasar hambre.
Alejar las tentaciones.
La cena de Nochevieja y la comida de Año Nuevo, tener siempre el agua a mano, comer raciones pequeñas, apostar por la ensalada y no comer mucho turrón. ¡Y controlar el alcohol!
Los días posteriores a las celebraciones, volver de nuevo a la comida sana, frutas, verduras, agua…
¡Pues esto es todo lo que os quería contar hoy! Recordad que estas fiestas están para disfrutarlas y si nos pasamos un poco con la comida y la bebida no pasa nada, pero todo con moderación.
Y… una última cosa… ¡Feliz Navidad!
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