Nuestras emociones tienen un sentido, no aparecen por capricho, ni para fastidiarnos. Puede que en muchas ocasiones sintamos que las emociones nos desbordan, nos dominan, y controlan nuestra conducta. Esto sucede cuando no las atendemos correctamente.y además nos empeñamos en luchas contra ellas.
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La buena noticia, es que podemos aprender a comprender nuestras emociones, para que no luchemos contra ellas, y las veamos como lo que realmente son: nuestras aliadas. En la actualidad ya estamos concienciándonos sobre la importancia que tiene que comprendamos nuestras emociones. Seguramente habréis visto o escuchado hablar de la película que tanto éxito tuvo, “Inside Out”, una comedia de animación que desarrolla de una forma muy didáctica el mundo de las emociones.
Hasta ahora sabíamos muy poco acerca de nosotros mismos y nuestro mundo interno. La ciencia y las nuevas investigaciones han tomado muy en serio estos aspectos que nos afectan a todos los seres humanos. Las ciencias de la salud nos advierten que nuestro mundo emocional puede ser de gran utilidad para nuestra salud, o puede desembocar en enfermedades si nos enfrentamos a ellas. Como veremos, lo más inteligente es servirse de ellas y no luchar contra ellas.
Cultiva tu inteligencia emocional
La inteligencia emocional no es un don innato y algo que solo unos pocos puedan alcanzar. Este tipo de inteligencia te ayuda a que gestiones mejor tus emociones para que puedas llegar a conocerte mejor a ti mismo y, en consecuencia, a las personas que te rodean.
Nuestra salud, tanto física como mental, depende de cómo aprendamos a gestionar nuestras emociones. Esto no forma parte de un ideal o una creencia, sino que ha sido comprobado por la ciencia. Muchas enfermedades autoinmunes se ven afectadas por emociones que han quedado enquistadas, que nos hemos permitido liberar y hemos hecho que se cronifiquen.
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¿Te imaginas cronificar tu tristeza, tu miedo o tu rabia? La depresión, los trastornos del ánimo y trastornos de ansiedad, están relacionados con tu mundo emocional. Es de esperar que al desarrollar tu inteligencia emocional, esto beneficie a tu salud. ¿Cómo puedo desarrollar mi inteligencia emocional?, te estarás preguntando. Te vamos a dar algunas claves a continuación…
Para comprender tus emociones es imprescindible que las reconozcas, sepas darle nombre a lo que te sucede, y observes lo que te generan. Sin actuar y sin reprimir nada, la meditación enseña a observar todo el proceso emocional hasta llegar a la conducta, a los impulsos y las acciones.
Todo nuestro flujo mental genera pensamientos haciendo una interpretación acerca de las situaciones que vivimos. Esto nos influye y nos genera una serie de emociones que van asociadas. Cuando nuestros pensamientos giran en torno a una situación que nos ha provocado malestar, nos aferramos a una emoción. Cuando hablamos de poder soltar una emoción nos referimos a sentirla, pero sin aferrarnos a ella mediante nuestros pensamientos obsesivos. Liberarse para seguir fluyendo con las experiencias del momento que vivimos, es una de las claves esenciales para dar paso a todo nuestro repertorio emocional.
Por un momento piensa, que tus emociones son indicadores, y que de ti depende atender a esos indicadores. ¿Qué sucede cuando desatiendes a esos mensajes que te manda tu organismo? Lo que sucede es que tu equilibrio homeostático se desajusta, lo que genera que las emociones se intensifiquen, se vuelvan más agresivas, y las acabes identificando como un enemigo del cual protegerse. Eso te lleva a una eterna lucha que solo te genera descontrol y sufrimiento.
Para entenderlo mejor; visualiza un panel de control de un vehículo, ese panel de control cuenta con indicadores: falta de combustible, necesidad de una revisión, falta de aceite, etc. Imagina que uno de estos indicadores se enciende, y tú en vez de atenderlo para tomar la acción que requiere, lo que haces es taparlo para no tener que verlo. El problema va a seguir estando, y seguramente se convierta en algo más grave al estar desatendiéndolo. Esto puede ser una metáfora de lo que estás haciendo con tus emociones, si dejas de atender a lo que te están indicando, el problema no se solucionará por sí solo, acabará siendo más grave. Reflexiona…
La meditación te ayuda a comprender tus emociones
La práctica de la meditación es una poderosa herramienta para hacernos más conscientes de los problemas que nos genera desatender a nuestro mundo emocional. Como hemos indicado anteriormente al descontrolarse nuestros pensamientos, podemos generar emociones que no sabemos cómo interpretar. Estas emociones nos indican que no estamos pensando de la forma correcta, que nos estamos dejando dominar por nuestras pasiones.
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Pensar de forma correcta, significa mantener en orden nuestros pensamientos, dejando que vayan apareciendo y desapareciendo, que formen parte de un flujo mental. El problema es cuando se estancan, y al igual que ocurre como el agua de un estanque, cuando esa energía se estanca acaba por pudrirse. La meditación nos enseña a dejar fluir los pensamientos, dando paso a otros; para que el flujo energético siga su curso.
¿Qué sucede cuando hemos sufrido una pérdida y nos aferramos a lo que hemos perdido a través de la tristeza, el abandono y el miedo a seguir teniendo pérdidas significativas? Lo que sucede es que nos estancamos con esos pensamientos, estancamos nuestra vida, y nos quedamos en lo que nos ha producido esa situación, en ese momento. Lo saludable para nosotros, tal y como nos indica la meditación, es que vivamos ese momento, lo pasemos y sigamos con los siguientes momentos de nuestra experiencia vital, agradeciendo cada situación para obtener un aprendizaje. Esto significa vivir el presente con las nuevas emociones que nos va generando cada experiencia.
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