Una de nuestras principales prioridades como seres humanos es mantener buena salud. Sin ella no tiene sentido desear otras cosas como bienes, riquezas, experiencias, amor…
Somos conscientes de que si habitamos en un cuerpo este debe estar lo mas sano posible para acompañarnos en el camino de la vida y que ese camino sea lo mas agradable posible.
Mindfulness y salud van de la mano. La atención plena a nuestro cuerpo nos ayuda a ser más conscientes de él y cuidarlo, atenderlo y procurar que tanto nuestra mente como nuestro cuerpo funcionen lo mejor posible.
Hay algunos automatismos en nuestra forma de ver la vida, en nuestras actitudes, que son especialmente tóxicos para nuestro organismo. Mientras no los desenmascaremos generarán mensajes en forma de mandatos que condicionan nuestra experiencia y tienden a confirmarse a través de los hechos como profecía autocumplida. Sólo iluminándolos con la luz de la consciencia y comprometiéndonos en una autoindagación acerca de ellos, podemos restarles su tiránico poder:
? Pesimismo: Cuando te sitúas esperando casi siempre "lo peor", la tozuda realidad parece que te lo confirma. Puede que tu colocación energética lo atraiga, pero además te has especializado en detectarlo: has desarrollado una "visión de túnel" que hace que te salte a la vista "lo peor" y que te pase desapercibido "lo bueno". Se trata de una actitud vital apoyada en la visión de carencia.
? Des-responsabilización de tu vida: Cuando no terminas de tomar las riendas de tu vida, como mecanismo de defensa proyectas fuera de ti tu propio poder: lo delegas en otros, en las circunstancias, en el azar. No crees en tu capacidad de aliarte con los cambios que anhelas, has abdicado de tu "zona de influencia". Sientes que no eres el protagonista de tu vida.
? Hostilidad y cinismo: Detrás de ellos hay una creencia, más o menos reconocida, de que "no puedes confiar en nadie". Por alguna experiencia grabada en tus memorias de dolor inconscientes, no crees en la bondad de la vida y de los demás. Necesitas invitar encarecidamente a la Compasión para que venga a visitarte.
? Incapacidad de expresar los sentimientos: Al no saber hacerlo, te cierras a los demás y te sientes aislado, sin contacto y sin intimidad. Puede que no hayas descubierto aún el amor a ti mismo, estás identificado probablemente con tus zonas oscuras, puede que empeñado en cambiarlas, pero sin prestar atención a tus zonas luminosas y fértiles. Por eso tienes la sensación de no ser verdaderamente amado: te crees que "no te lo mereces".
En el polo opuesto, hay algunas actitudes internas que favorecen la salud. En todas ellas puedes descubrir una raíz común: el cultivo de la atención y las actitudes de fondo Mindfulness.
? Confianza ante la vida: Has descubierto la impermanencia de lo que acontece y permaneces abierto a descubrir el significado de las aparentes dificultades. Comprendes los errores como aprendizajes y las crisis como oportunidades. En vez de culparte inútilmente, corriges el rumbo de tu nave y permaneces atento para no hacer un drama ante los contratiempos: te vas haciendo experto en redimensionar, porque tienes una perspectiva más amplia cuando das "un paso atrás".
? Capacidad de soltar: No te aferras porque sabes que todo "viene y va" en una continua danza. Aceptas el juego de la vida que unas veces parece que te lleva arriba, y otras parece que te lleva abajo. No te aferras obsesivamente a ninguna de las dos posibilidades porque puedes situarte en un sabio desapego.
? Asumir la responsabilidad de tu vida: Tomas las riendas de tu vida, dejas de proyectar fuera y, con una actitud curiosa e investigadora, buscas en tu interior. Con la confianza de que tu sabiduría interna no es caótica ni caprichosa, aunque tu pequeña mente no la entienda siempre. No te sientes a merced del azar, sino con el poder de influir en lo que te llega, porque sabes que siempre tendrás los recursos necesarios.
? Encontrar sentido a lo que sucede: Vives cada momento, cada acontecimiento y cada relación como únicas, igual que es único el instante presente. Pero "único" no significa desconectado o aislado: aunque esa sea la apariencia, sabes que hay una misteriosa interconexión, a modo de red de Indra, que todo lo conecta. Desde ahí investigas para comprender lo que está pasando, ves su interrelación con tu pasado y con tus actitudes, entiendes su potencial para aprender, descubres en cada experiencia un reto lleno de sentido.
?Compromiso con la vida:Cuando comprendes que la vida te trae "ésta circunstancia" para que crezcas y evoluciones, te comprometes contigo mismo, con los demás y con ella y, pase lo que pase, no te apeas de la existencia ni abdicas de su misteriosa belleza: la aceptas incondicionalmente. Por eso, incluso en las crisis y dificultades, no tiras la toalla.
? Abrirte al amor: Sientes que el propósito de la vida es ser útil a los demás. La compasión y la inteligencia cardiacas son tus invitadas de honor, por eso cultivas las relaciones conscientes con los demás, la amistad y el amor. Buscas relaciones sinceras en las que das y recibes equilibradamente. Expresas tus sentimientos porque te has amigado con tu vulnerabilidad y has perdido el miedo a exponerte.
Tomemos conciencia de nuestras actitudes habituales y de cómo influyen nosotros. Siéntate en silencio, crea un espacio interior y revisa cómo se manifiestan estas actitudes en tu vida cotidiana: sólo cuando identifiques tus actitudes tóxicas podrás cambiarlas.
Recuerda que el cambio sucede a la luz de la consciencia. Otra buena práctica es que te abras interiormente en la meditación a las actitudes que más nos favorecen.
No es tanto cuestión de proponerse cambiar, como de despertar a un estado de conciencia claro, a la conexión con la calma, con la aceptación, con la compasión y con el ser. Todo eso está ya en ti, no hay nada que conseguir, sólo enfocar con precisión el foco de tu intención y la lucidez de tu atención.
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El artículo Mindfulness y salud lo puedes encontrar en Reducir Estrés.