NAVIDAD Y MINDFULNESS.
En el mundo de la mente y las emociones en fechas como las de Navidad te mueves como un péndulo de un lado a otro, o bien sientes mucha alegría y ganas de divertirte, o bien sientes tristeza o angustia.
El equilibrio se encuentra cuando no te inclinas más a un lado que a otro.
¿Qué quiere decir esto? Que en fechas como Navidad ese equilibrio emocional se puede perder. Te puedes inclinar hacia el lado de la alegría desmedida, o bien, hacia el lado de la nostalgia y la tristeza.
En ninguno de los dos extremos te puedes sentir bien. Aunque parezca que en el extremo de la alegría y la celebración puedas estar bien, todo en este universo está sujeto a la ley de opuestos, así que si te apegas en exceso a la sensación de alegría luego aparecerá la sensación de tristeza, tal vez al acabar las fiestas.
Y EN NAVIDAD TAMBIÉN AUMENTA EL ESTRÉS.
Esto es un hecho, y no hay más que darse una vuelta por los centros comerciales, tiendas, mercados, etc. para comprobar que la gente va con mucha prisa de un lado a otro ocupados con las compras. Parece una carrera contra reloj que también se observa en la forma de conducir de la gente.
Todo esto provoca estrés. Yo no te voy a decir lo que has de hacer, pero si en realidad quieres estar en calma y vivir estos días en paz, tal vez debas revisar la forma de actuar.
Pretender hacer un número alto de tareas en un determinado tiempo provoca estrés, no fluyes con el presente y te enfocas al “momento” del encuentro con la familia en las comidas o celebraciones.
Yo me lo tomo con calma. Soy consciente de que “esto también pasará” y no me dejo influir por los mensajes de los medios de comunicaciòn o del inconsciente colectivo que vive estos días con estrés.
No dejo de meditar, no dejo de hacer mis paseos conscientes y no pierdo el contacto con el momento presente pensando en esos momentos futuros de los días venideros.
Todo llega a su tiempo y también se va. En este mundo fenoménico nada permanece y sólo podemos fluir con ello.
Mi consejo para vivir la Navidad sin estrés es vivirla como un espectador desapegado, que disfruta del espectaculo pero que no se deja arrastrar por los acontecimientos temporales.
Dejar tus prácticas de atención plena o mindfulness en Navidad no tiene sentido. Si verdaderamente quieres obtener los beneficios de una mente sosegada, una capacidad para responder en lugar de reaccionar, has de mantener tu práctica habitual cada día.
Tu mente no sabe de fiestas, tu mente responde a estímulos y percibe todo en cada momento del día que eres consciente, ya sea Navidad o cualquier otro día del año.
¡Te deseo que tengas una feliz Navidad libre de estrés y con mucho amor!
Luis Miguel Colado.
El artículo Navidad con Mindfulness, cómo encontrar el equilibrio lo puedes encontrar en Reducir Estrés.