A veces el dolor del pasado oscurece el presente.
Si no olvidas el dolor del pasado difícilmente puedes ser feliz en el ahora. Lo que sientes respecto a ese dolor pasado no es dolor, sino sufrimiento por el recuerdo de un dolor pasado.
Creemos que nos duele el pasado, pero no es así, aunque lo parezca. El dolor sólo se puede sentir en el momento presente, y como todos los sucesos de este universo es cambiante y no permanente.
Es necesario asimilar esto y tener claros los conceptos erróneos de tiempo pasado o futuro, pues no son más que construcciones mentales. Tu vida sólo tiene lugar en el momento presente en que vives las experiencias. Tu mente registra en la memoria o imagina el futuro, pero no es algo real ni tangible pues no podrías nunca viajar al pasado o al futuro.
Tu mente en cambio si, te puede hacer creer que puedes, y crear diversas películas mentales, falsa ilusión que te hace sufrir.
Por esa razón lo que sientes ahora es un sufrimiento generado por un recuerdo de un momento doloroso.
¿Y como soltar el dolor del pasado?
Poniendo en práctica una de las actitudes de fondo en Mindfulness, la aceptación. La aceptación es ser consciente de que los sucesos aparecen, suceden, muchas veces en contra de nuestro gusto y voluntad, pero no es nuestro gusto o voluntad lo que opera sobre la mayoría de los acontecimientos de este mundo.
La aceptación implica hacerse consciente de la realidad del cambio constante, y esa realidad es lo único que no cambia en este universo. Sólo es impermanente la misma impermanencia.
Y además de esta, también añadir la mirada de principiante, pues cuando eres consciente de lo que sucede ahora no estás perdido en pensamientos que te llevan al pasado.
Tampoco estaría mal que practiques el desapego, ya que el apego genera sufrimiento.
Para algunos practicar el desapego suele significar no tener interés por nada, o vivir sin sentimientos. Es un error de comprensión de lo que realmente significa practicar el desapego.
Vivir desapegado es la capacidad de fluir con el ritmo natural de la vida y de los acontecimientos.
¿Acaso creés que el río se puede apegar a las rocas que baña en su descenso hacia el mar?
El río es el ejemplo claro del continuo existir en este mundo fenoménico. Nace en las altas montañas y recorre un largo camino hacia el mar. Siempre es él mismo, y aunque se vea desde fuera como agitado o tranquilo, cristalino o turbio, su verdadera naturaleza no cambia. Él no se detiene en su camino y si encuentra algún obstaculo lo rodea para buscar la salida más sencilla hacia su destino.
No se trata de borrar la memoria.
Pero todo esto no se trata de olvidar. El título de este post se refería a olvidar el dolor del pasado. Está claro que hemos sido dotados de memoria. Hacer un uso adecuado de ella es tu responsabilidad.
Cuando un pensamiento aparece en nuestro espacio mental ya poco podemos hacer con él. No podemos hacerle desaparecer, y buscar distraerse con otra cosa para dejarlo de lado es mal remedio.
Aprende a gestionar tus pensamientos.
A ese pensamiento de un dolor pasado has de acogerle con cariño, ser consciente de que no es más que un pensamiento. Igual que una nube aparece, va a desaparecer. Tan sólo tú le dás consistencia si te enredas en él y lo enriqueces de matices personales.
Esto es un trabajo a largo plazo, no creas que va a ser fácil lograrlo. Tu mente está construida sobre hábitos muy arraigados en el tiempo. Pero si aprendes como hacerlo y eres constante, la mente irá cambiando y programando de nuevo a otro modo de operar, más consciente y más lúcido.
Con un nuevo modo de comprender más real, no basado en memorias y en sentimientos asociados a los pensamientos que esas memorias desencadenan, llegarás a ser libre y a vivir en calma en el presente.
Para todo ello te recomiendo que practiques la meditación a diario, y que aprendas técnicas de mindfulness como las que hablamos en este blog para que poco a poco logres esos cambios.
Espero que este artículo te sirva para entender esto.
Si te ha gustado te agradezco compartirlo y te invito a que dejes algún comentario.
Gracias.
Luis Miguel.
El artículo ¿No olvidas el dolor del pasado? lo puedes encontrar en Reducir Estrés.