Los datos en porcentajes que nos muestra la epidemiología son que, el 50% de los mayores de 75 años presenta problemas para salir de su domicilio. Por otra parte, el 59% de los ancianos que han sido hospitalizados, al darles de alta son más dependientes en las actividades de la vida diaria.
Sistemas afectados por la falta de movilidad en mayores:
Los sistemas que más afectación puede llegar a tener por la falta de movilidad en mayores son los siguientes:Sistema cardiovascular: aumenta la fatiga por disminución del flujo sanguíneo, y por lo tanto, la intolerancia al ejercicio. Además hay riesgo de trombosis venosa profunda, tromboflebitis y tromboembolismo pulmonar.
Sistema musculo-esquelético: inestabilidad articular, disminución de la masa ósea teniendo más riesgo de sufrir osteoporosis, atrofia de la musculatura, contracturas y calcificaciones en hombros y brazo. Se puede llegar a perder un 55% de la fuerza en miembros superiores en 6 semanas.
Sistema respiratorio: hay desaturación de oxígeno y riesgo de atelectasia.
Sistema nervioso: disminución de la coordinación e inestabilidad cuando la persona está de pie.
Sistema digestivo: falta de apetito. Estreñimiento por falta de movilidad.
Sistema genitourinario: incontinencia urinaria funcional e infección del tracto urinario.
Sistema endocrino: hiperglucemia.
Piel: riesgo de úlceras por presión.
Fisioterapia en la falta de movilidad en personas mayores:
La fisioterapia a domicilio es ideal para estas personas ya que se puede tratar individualmente e incidir de forma directa en el entorno de la persona.Los objetivos que tiene la fisioterapia en estos pacientes son:
Reeducación funcional de las actividades de la vida diaria
Mejora de fuerza muscular, equilibrio, coordinación.
Control de síntomas
Educación sanitaria tanto al paciente como a los cuidadores
Prevención de recaídas y complicaciones
Adaptación e integración del paciente a su entorno
Tratamiento de fisioterapia a domicilio:
Para la reeducación funcional de la persona, se deben identificar los deterioros funcionales de la marcha y de las actividades básicas de la vida diaria, así como evaluar los aspectos ergonómicos a tener en cuenta del paciente y del cuidador.Para el control de los síntomas, se hará tratamiento de la rigidez articular, ejercicios de tonificación muscular para evitar la atrofia y mejorar el flujo sanguíneo. Se realizan ejercicios de equilibrio y coordinación tanto estático como dinámico. También, ejercicios de propiocepción y reeducación de la marcha para ganar autonomía. Todo esto teniendo en cuenta el estado y las capacidades de la persona.
Con respecto a la educación sanitaria, hay que entrenar tanto al paciente como a la familia o cuidador en pautas que mejoren la calidad de vida de ambos y faciliten el proceso. Buscaremos siempre la máxima colaboración del paciente.
Instruir al paciente en el uso de ayudas técnicas y/o adaptaciones ayuda a desarrollar mecanismos supletorios; útiles para hacer más llevadera, fácil y segura la rutina diaria.