Recuerda que la influencia que ejerce la alimentación en tus ritmos biológicos es de vital importancia para sentirte confortable contigo y con los demás.
Fuente: Pixabay/Comfreak
3 tiempos para una vida saludable
Los tres tiempos de una alimentación equilibrada se basan en la práctica de tres comidas principales al día: desayunar, comer y cenar. Estos intervalos de tiempo hay que practicarlos siempre que no haya ningún motivo que te lo impida como puede ser alguna enfermedad, por recomendación médica o por una cuestión relacionada con tu cultura.
Tienes que saber que las terminales nerviosas del intestino están conectadas con el cerebro, que recibe los mensajes que ayudan a prevenir cualquier tipo de trastorno digestivo y a controlar tus emociones. Recuerda que el estómago es el segundo cerebro, según los expertos, y para que funcione correctamente hay que cuidarlo diariamente.
1. El desayuno
Es la primera toma de alimentos después de horas de descanso en las que no has ingerido nada. Por este motivo, los especialistas le dan mucho valor, ya que es cuando se produce el consumo de las primeras calorías y nutrientes del día que aportamos a nuestro organismo. Te impulsa a comenzar tu jornada con la vitalidad necesaria para afrontar los retos tanto físicos como intelectuales.
Un buen desayuno equilibrado incorpora cereales integrales, lácteos y alguna pieza de fruta o bien un zumo natural. Y, recuerda ¡cuanto más variado, mucho mejor!
Fuente: Pixabay/jill111
El hecho de saltarse el desayuno puede significar un riesgo de sobrepeso y un estado de inquietud, además de mayor ansiedad por la comida. Piensa que el desayuno te aporta un 25 % de calorías de tu día para obtener energía. Con ello, evitarás sentirte débil y con hambre.
Toma nota:
* Desayuna diariamente.
* Realiza un desayuno completo.
* Incluye cuatro grupos de alimentos diferentes.
* Introduce variedad.
2. La comida o almuerzo
Esta es la principal ingesta del día porque contiene, normalmente, todos los grupos de alimentos que necesitas para mantenerte tu estabilidad corporal y emocional: proteínas animales o vegetales como la carne y el pescado o las legumbres; hidratos de carbono como la pasta y vegetales que te aportan fibra. Realiza las combinaciones que más te gusten y así podrás disfrutar mientras las preparas.
Fuente: Pixabay/kaboompics
Si tienes un día en el que vas a realizar mucho trabajo físico, lo más aconsejable es que incluyas hidratos de carbono en tu desayuno. Son más fáciles de digerir y te aportan mucha energía. Por el contrario, si tu día es más tranquilo lo mejor son las proteínas combinadas con la fibra de los vegetales. Además, mantendrás el peso a raya.
3. La cena
La cena tiene que ser siempre ligera pero completa. De este modo, a la hora de dormir, lograrás reparar el cansancio que has tenido a lo largo del día sin sentir pesadez.
Debes tratar de cenar, como mínimo dos horas o tres antes de ir a descansar, ya que el metabolismo por la noche funciona más lentamente y los alimentos son más difíciles de asimilar.
Dependiendo de tus gustos y preferencias, la cena puede variar. Por ejemplo, puedes preparar desde una pechuga a la plancha junto con ensalada a unas tostadas integrales con queso y vegetales. Pero, sobre todo, mastica lentamente y reposada en porciones pequeñas para tener una buena digestión.
Fuente: Pixabay/Life-Of-Pix
La manera ideal de prepararla es al horno, a la plancha o al vapor para no incluir mucha grasa. Los alimentos que puedes integrar son muy parecidos a los de la comida: patatas, arroces, cereales, pastas combinados con verduras o pescados, finalizando siempre con frutas.
En el caso de que a media mañana o tarde tengas hambre lo más aconsejable es que recurras a una pieza de fruta o un lácteo.
Beneficios de desayunar, comer y cenar
La influencia de una buena alimentación en tu vida te ofrece muchas ventajas:
* Incrementa tu rendimiento intelectual y físico
Podrás comprobar mayores niveles de concentración tanto para estudiar como para trabajar. Evitarás dolores de cabeza y mareos y te sentirás más enérgica y positiva en todo lo que haces.
* Potencia los hábitos saludables
Las personas que evitan alguna de estas comidas acaban comiendo menos sano a lo largo del día y lo convierten en un hábito. Las personas que desayunan, comen y cenan cada día, especialmente con productos nutritivos y saludables, tienen más capacidad para comer y cenar sano. Asimismo, no caen en la tentación de picar entre horas. Además, de esta manera, tu metabolismo se mantiene más activo, por lo que no acumula grasas perjudiciales para tu salud.
Fuente: Pixabay/bohed
* Aumenta el buen humor y reduce el estrés
La práctica de las tres comidas te proporciona buen estado de ánimo y mejor control de las emociones. Además, el sentimiento de tranquilidad es mayor por lo que no solo tú te encontrarás mejor sino todos los que te rodean.
Hábitos saludables para tu vida
* Practica ejercicio físico frecuentemente para aliviar la tensión y el estrés y para reforzarte físicamente. Te ayuda a prevenir trastornos y eleva tu autoestima.
* Olvídate de las malas costumbres eliminando el tabaco, alcohol o el consumo de medicamentos innecesarios.
* Experimenta la grata sensación de conseguir un ritmo vital tranquilo para ganar en calidad de vida.
Fuente: Pixabay/Free-Photos
El equilibrio psicofísico que te aporta la alimentación es fácil de conseguir mediante la costumbre de realizar una alimentación saludable. Te facilita tener emociones equilibradas para disfrutar de la vida con plenitud. La práctica de estos hábitos hará que disfrutes de tu vida con todos los sentidos.
Tú eres la dueño de tu organismo, por lo que debes marcarle el ritmo. Desarrollarás el gusto por lo sano en todas las facetas de tu vida. ¡Pon armonía en tu vida y disfruta de tu salud!