Juanjo Sánchez García, gerente de Running Company y entrenador personal, lleva más de 20 años dedicado al mundo del running.
Para este profesional, el auge que ha experimentado este deporte se ha notado en muchos ámbitos: "no cabe la menor duda de que es una de las actividades deportivas más en alza en este momento. Prueba de ello es la participación en carreras populares. Hace diez años podíamos ver 800 ó 1.000 participantes en carreras donde hoy participan 20.000 corredores". Este éxito de participación deportiva se ha visto reflejado también a nivel particular, especialmente en el sector femenino, ya que, como apunta Juanjo Sánchez, " lo más destacable es la mujer, que en los últimos cuatro años ha triplicado su participación".
Siempre hay una primera vez
Plantearse el hábito de salir a correr es tan sencillo como ponerlo en práctica. Lo primero que necesitaremos es disponer de un calzado adecuado para practicar este deporte. Una buena zapatilla de running debe ser ligera y, sobre todo, cómoda, ya que debe cuidar nuestra herramienta más preciada: el pie. Si tenemos en casa unas zapatillas de deporte genéricas usadas, no conviene utilizarlas para salir a correr, ya que la suela estará tan deformada que podemos pisar mal y provocarnos una lesión. El resto de la vestimenta la completaremos con un pantalón corto cómodo y una camiseta ajustada, que no limite los movimientos de los brazos.Nada más salir a la calle, conviene calentar los músculos de las piernas durante unos minutos, caminando de forma natural y subiendo las rodillas hasta la altura de la cintura, de forma progresiva. A partir de ahí, empezaremos a correr, siempre a un ritmo tranquilo, sin forzarnos ni queriendo ir más allá de nuestras posibilidades, tal y como recuerda el entrenador personal: "si nunca hemos salido a correr, o hace diez años que no nos ponemos unas zapatillas, no podemos pretender el primer día hacer una hora. Lo correcto es empezar con 2-3 días por semana, intercalando día de correr con día de descanso".
La duración de la sesión durante los primeros días debe ser moderada, ajustando siempre el esfuerzo a nuestra condición física. Juanjo Sánchez recomienda "empezar con 15 ó 20 minutos a 140 pulsaciones, o un ritmo al que seamos capaces de hablar. Para algunas personas, 140 pulsaciones es ir casi caminando ligero, pero hemos de respetar el pulso; seguro que dentro de poco tiempo irán corriendo ligero con esas pulsaciones". Cuando nos cansemos y nos cueste continuar, nunca pararemos de golpe. Nuestro corazón puede resentirse si hacemos un cambio de ritmo tan brusco, y podemos llegar a marearnos. Por eso, siempre andaremos durante al menos dos o tres minutos antes de detenernos.
Dudas comunes entre los más novatos
Como en cualquier otro deporte, el running siempre despierta dudas entre aquellos que empiezan a practicarlo. Una de ellas, seguramente la más extendida, hace referencia al mejor momento del día para salir a correr. Aunque cualquier hora siempre es buena para hacer deporte, la mañana se presenta como el momento ideal. En primer lugar, nuestro cuerpo se encuentra totalmente descansado, y el metabolismo está más predispuesto a quemar grasas. Por si fuera poco, correr nos ayuda a producir endorfinas, lo que mejora nuestro estado de ánimo, y nos permite afrontar nuestra jornada laboral con mayor optimismo.Respecto a la respiración, mientras mantengamos un ritmo bajo podremos utilizar la nariz para inhalar oxígeno, pero a medida que lo incrementamos tendremos que emplear la boca para conseguir un mayor caudal de aire en nuestros pulmones. En caso de que aparezca el temido flato, reduciremos el ritmo hasta que desaparezca. Nunca forzaremos el cuerpo. Si el dolor sigue aumentando, una buena manera de aliviarlo es flexionar el tronco hacia delante y aplicar un masaje suave sobre la zona que nos duela.
Siguiendo estos consejos, salir a correr puede convertirse en el mejor hábito que adoptemos durante este comienzo de año. Lo ideal es aceptarlo como algo cotidiano que mejora nuestra vida, tal y como comenta el gerente de Running Company: "lo primero que tenemos que conseguir es disfrutar corriendo y que no suponga otro esfuerzo más en nuestra vida diaria, sino todo lo contrario, algo que nos ayude a equilibrar el estrés del día a día". Con un poco de fuerza de voluntad y un par de zapatillas, cualquiera puede practicar el running.