Actualmente debido a nuestro ritmo de vida es poco el tiempo que dedicamos a cocinar comparándolo con el que le dedicaban nuestras abuelas. Por ello solemos tener a mano platos preparados o congelados, generalmente no muy sanos. Insisto que el comer sano no necesita mas tiempo si nos organizamos adecuadamente y uno de los factores claves es tener un buen “fondo de nevera“. En este término incluyo la nevera, el congelador y la despensa.
Todos conocemos la importancia de comer abundantes verduras para tener un gran aporte de vitaminas, minerales y fibra, sin embargo, todos deberíamos comer más. Por eso hoy os quiero enseñar como tener un buen fondo de congelador y especialmente, cómo debemos congelar las verduras. Éstas son una opción saludable, fácil y cómoda a la hora de incluir vegetales en nuestra dieta.
Para comenzar tenemos que localizar un día en el calendario para realizarlo tranquilamente y tener preparada toda la compra. Ese día tenemos que limpiar y trocear todas nuestras verduras favoritas como si las fuéramos a consumir este mismo día pero en grandes cantidades. Cuando estén listas tendremos que escaldarlas durante medio minuto en agua hirviendo, escurrirlas y enfriarlas debajo del grifo. Mientras se enfrían podemos preparar las bolsas de congelación y un buen rotulador permanente.
Ejemplo de bolsas de congelación con un buen cierre.
Cuando estén frías y bien escurridas tendremos que envasarlas. Yo recomiendo hacerlo por raciones para que nos resulte más cómodo a la hora de consumirlo. No olvides etiquetar cada bolsa con lo que contiene y la fecha de envasado.
Las verduras que podemos congelar y almacenar en el congelador son numerosas. Estas hortalizas incluyen zanahorias, pimientos, cebollas, berenjenas, guisantes, judías, coliflor, brócoli, puerros, espinacas, especias, calabacines y muchas otras. Puedes preparar bolsitas individuales o algunas que contengan un poco de todo, ideales para preparar arroces o guarniciones.
Bien preparadas, las hortalizas aguantarán en tu congelador hasta más de 6 meses, listas para el consumo porque no necesitas descongelarlas antes de cocinarlas. Este truco nos ahorrará tiempo a la hora de cocinar y también nos ayudará a evitar que las verduras que consumimos se pongan malas, especialmente en épocas de recolección cuando tenemos cientos de verduras y hortalizas en casa. Se acabó tirar comida.
Espero que os ayude y lo pongáis en práctica porque ayuda mucho en nuestro día a día.
Cris
#rompiendodietas