Y ¿cuales son estos enemigos que destruyen tu autoestima?, te preguntarás. Pues son, sobre todo, conductas tóxicas y pensamientos negativos. Actitudes que te hacen estar más indefenso, inseguro y pesimista… y que crean una visión acerca de ti que es bastante perjudicial. Esto es lo que te hace estar más vulnerable, afectando a todas las áreas de tu vida.
¡No decaigas, para esto hay solución! Al igual que tienes la capacidad de destruirte, también la tienes por igual de reforzarte y adquirir una visión acerca de ti más positiva y beneficiosa, que te haga sentirte seguro, animado y, sobre todo, querido, tanto por ti mismo como por los demás. Para ello tienes que enfrentarte a tus propios demonios, que son, nada más y nada menos, que las conductas que habitualmente empleas para luchar contra ti. Esta energía la puedes emplear en tu beneficio y te vamos a dar las claves para hacerlo.
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Antes de nada, necesitas saber cuáles son los hábitos y comportamientos que sueles tener que están deteriorando y afectando a tu autoestima. Para vencer al enemigo (en este caso tus propios comportamientos) primero has de conocerlo muy bien y comprenderlo, para, de esta manera, poder modificarlo en tu beneficio. Como hemos dicho anteriormente, la buena noticia es que esto depende sobre todo de ti. Por lo que ¡ya no tienes excusa para fortalecer tu autoestima!
Dejar de compararte con los demás y se más justo contigo
Esta conducta, la de compararnos con los demás, es bastante habitual en la mayoría de las personas.Tenemos como referente a los demás, crecemos y nos desarrollamos también a través de los demás, imitando conductas y tomando como ejemplo a quienes admiramos. ¿Cuál es el problema entonces? Las comparaciones suponen un problema cuando las utilizamos para señalar nuestras carencias, subrayando nuestras debilidades, resaltando nuestras dificultades. Esta es una actitud muy injusta que nos llena de frustración.
Compararnos de esta forma es la manera de hacernos el mayor daño posible. Al medir nuestros avances en comparación con los demás, siempre acabaremos saliendo mal parados de una forma u otra. Esto es un error muy común que solo sirve para aumentar nuestra desmotivación. Compararnos con la evolución de los demás nos hace distorsionar la realidad, para luchar y enfrentarnos ante una imagen que nada tiene que ver con nosotros mismos.
Es importante tener en cuenta que cada persona goza de sus propias potencialidades que ha ido desarrollando a lo largo de su vida. También contamos con distintas motivaciones, circunstancias y contextos. Contamos con diferentes experiencias, conductas y modo de enfrentarnos a las situaciones. Cuando quieras seguir creciendo y desarrollar tus potencialidades, el criterio que has de tomar no ha de ser externo, sino interno. Tienes tu propia evolución y cuentas con tu propia forma de sentir y ver el mundo, por lo que tan solo has de superarte a ti mismo.
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Al poner toda tu atención en superar a los demás, te introduces en el juego de las comparativas destructivas. No eres más ni menos que nadie, eres simplemente tú, y tu criterio interno es lo que hará que te superes a ti mismo, para que puedas ir avanzando sin frustraciones. La autoestima se ve reforzada cuando estás más pendiente de tus potencialidades para desarrollarlas quede las de los demás. Cada persona cuenta con su propio proceso vital y con sus propias experiencias que le han hecho crecer. No es para ti nada justo, ni para los demás, entrar en ese tipo de comparaciones.
Atiende a tus necesidades, primero tú
Otro de los enemigos de la autoestima es que dejes de prestar atención a tus propias necesidades, dando prioridad a las de los demás. O si mantienes el piloto automático ante lo que necesitan los demás, acudiendo rápidamente, sin tan siquiera tenerte en cuenta tú, sin cuestionarte lo que quieres y lo que necesitas. Esta forma de proceder hace que des más importancia a los demás antes que a ti, y esto es una forma de restarte valor, desconectando además de ti mismo. Tu autoestima se ve muy dañada ante esta situación.
Seguramente pienses que te sientes más realizado atendiendo a los demás antes que a ti. Sin embargo, alimentar esa percepción lo único para lo que sirve es para que desconectes de tus necesidades, para que dejes de responsabilizarte de ti, para responsabilizarte de los demás. Sirve como autoengaño, y es necesario que te quites la venda de los ojos cuanto antes si quieres aprender a valorarte y potenciar tu autoestima.
Valórate por quién eres no por lo que tienes
En la actualidad, la mayoría de las personas tenemos cerca a este gran enemigo de la autoestima, gracias a la sociedad capitalista en la que nos encontramos. Es importante desprenderse de estas ideas y valores que nos han inculcado, haciendo un reaprendizaje. Nosotros como personas somos mucho más importantes que cualquier pertenencia material. En el momento en el que estamos poniendo nuestro valor en lo externo antes que lo interno, estamos haciéndonos esclavos de los logros, la competitividad y el consumismo.
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Para desarrollar los valores internos, los que proceden de tu propia naturaleza, la práctica de la meditación es un buen recurso. Te aporta, además, una nueva perspectiva sobre tu verdadera esencia, que no tiene nada que ver con lo material ni con la posesión. Solo así podrás aprender a valorarte y a amarte de una forma incondicional. No puedes valorar quién realmente eres hasta que no hayas aprendido hacerlo. Este es uno de los principios que te enseña la meditación para que refuerces tu autoestima.
En conclusión, cada vez más expertos del mundo de la medicina y la psicología insisten en la importancia de cuidar de nuestra mente, tal y como propone el método Crear Salud. Pero, además, debemos ser conscientes de que, para llevar una vida saludable también necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral. Dos cuestiones que también trata el método Crear Salud.
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