Todos tenemos una serie de comidas favoritas, de productos preferidos, de cosas que nos alegran el paladar mas que otras.
Esos productos pueden ser chocolate o pan o embutidos o bollería o la cerveza. Sabemos que este tipo de alimentos si los consumimos sin restricción, resultan nocivos para nuestro cuerpo, pero en mi experiencia está, no sé si también en la tuya, que quitarlos totalmente de mi panorama también tiene efectos adversos (principalmente psicológicos) sobre nuestra vida.
Así es que se me ha ocurrido que por qué no eres tú misma la que elabora tus pautas nutricionales teniendo en cuenta de vez en cuando estos productos y usando el mecanismo de la compensación.
La historia es que tienes que tener en cuenta la pirámide nutricional, esa que nos indica este dibujo
Como ves, se contemplan las grasas, y el alcohol, el pan y hasta la bollería y los dulces, solo que en su justa medida.
Ahi va la propuesta. Elige los alimentos que mas te gusten y ponlos en una columna, luego los que te gusten normal, luego los que te tomas a regañadientes y luego los que no te gustan nada. Hazlos coincidir con la pirámide nutricional y con la frecuencia de ingesta y sobre todo asegúrate de que cada semana incluyes alguno de los que mas te gusta y lo compensas (con alguno de los que menos pero que son buenos y sanos para ti).
De esta manera no sólo estás equilibrando tu nutrición, estás aprendiendo a danzar con la vida. Porque lo que la vida nos propone siempre es un baile que va desde el placer al sacrificio, y en la comida ocurre lo mismo.
Trata de hacerlo así y nos cuentas tu experiencia.
El post Pirámide nutricional personalizada es original de Comienzo hoy, escuela de vida.