Con estos datos en mente, se hace cada vez más necesario erradicar la obesidad infantil en la medida que podamos. En este sentido, los niños son muy capaces de aceptar una nueva conducta de una forma rápida si se les da las explicaciones adecuadas y se les precede con un ejemplo coherente.
Una vez conseguido el primer paso, lo demás viene solo, ya que su crecimiento es rápido, y por cada centímetro que aumente en la estatura, deberán adelgazar un kilo menos – por ejemplo, un niño debe adelgazar 10 Kg. de peso y en el proceso aumenta su talla 3 centímetros, solo deberá perder 7 Kg. de peso- .
Para acabar con la obesidad infantil, no podemos olvidar que otro de los hábitos importantes que hay que introducir es la práctica de ejercicio periódico. A medida que vayan bajando de peso, podrán moverse con más facilidad, lo que hará que les apetezcan más los juegos activos.
La OMS afirma que desde 1980 la obesidad se ha más que duplicado en todo el mundo, más de 200 millones de hombres y cerca de 300 millones de mujeres padecen obesidad. En algunos países, la obesidad se cobra más vidas que la insuficiencia cardiaca.
En la actualidad la obesidad ha dejado de ser un problema de países de ingresos altos y ha pasado a ser un problema también de las clases menos pudientes, ya que los productos industriales y comidas precocinadas cada vez son más económicas y accesibles en más lugares del mundo.
Medidas necesarias para evitar la obesidad infantil
Respetar horarios: tanto de las comidas como de las cantidades que los niños consuman.
Beber agua: estimular a los niños a que beban agua en lugar de bebidas glucocarbonadas (como zumos o refrescos con azúcar).
Tomar desayuno: explicarles la importancia de un buen desayuno para aumentar la inteligencia y la atención en el colegio.
Incorporar todos los nutrientes necesarios: incluir en la alimentación toda la gama alimentaria; es decir, proteínas, hidratos de carbono, grasas insaturadas,v verduras, vitaminas y oligoelementos esenciales.
Cocinar de forma saludable: tomar el vapor como norma para cocinar las verduras y pescados para así evitar la pérdida de valor nutritivo.
Ingerir menos carnes: no abusar en el consumo de carnes.
Evitar la sal: realzar el sabor de las preparaciones con especias evitando el exceso de sal.
Estimular a los niños: motivar la participación de los niños en la elaboración y compra de los alimentos.
Evitar el estrés: procurar una vida afectiva equilibrada, esencial para prevenir situaciones de estrés.
Ver menos televisión: no permitirles ver televisión o videojuegos más de dos horas al día.
Educar nutricionalmente: es importante no plantearles la obesidad como algo hereditario y difícil de resolver, sino hablarles de cambios en los hábitos alimentarios y del estilo de vida en beneficio de su salud.
Hacer dos horas de ejercicio diario y con continuidad en el tiempo: si es compartido con sus familiares mucho mejor. Las actividades, tareas, juegos compartidos con sus padres, abuelos, hermanos, etc. resultan esenciales para un desarrollo emocional sano. No hay que olvidar que si se quiere motivar un cambio en los niños, los adultos que convivan con ellos han de hacer lo correspondiente para que los mismos tomen ejemplo.