Los conocemos como “nutracéuticos” o “alimentos funcionales”, se les llama así porque son alimentos con muchas propiedades beneficiosas para el organismo. La nutracéutica es una corriente que estudia la relación de los alimentos y la aparición de distintas enfermedades degenerativas. Los estudios que ha realizado esta corriente de investigación han revelado que existe una relación estrecha entre las enfermedades que desarrollamos y la alimentación es por ello que cada vez se le da más importancia al papel preventivo de nuestra dieta.
A continuación ofrecemos los mejores alimentos según esta corriente de estudio de la que se habla tanto.
No debemos consumir en la dieta únicamente estos alimentos, sino que sean éstos los que nunca falten en nuestra dieta. Podemos encontrar desde tomates a pescado azul, pasando por los cereales integrales, el agua o las legumbres, de este modo podemos componer distintos menús en los que incluyamos todos estos alimentos.
En primer lugar y no como alimento, propiamente dicho, encontramos el agua. El agua merece el primer puesto por ser imprescindible para el organismo. ¿ qué podemos decir del agua que no hayamos dicho ya en distintos post? pues básicamente es tan beneficiosa por su alto contenido en sales minerales que se ocupa de que consigamos que el organismo se mantenga en un equilibrio hídrico, lubrica los tejidos, y elimina los residuos y toxinas. Además de beber mucho debemos también consumir fruta y verdura, que están compuestas en un 90% de agua.
En segundo lugar encontramos el tomate, que contiene una importante fuente de licopeno, un carotenoide que funciona como antioxidante que limpia las células y las protege del envejecimiento. El licopeno tiene dos particularidades, en primer lugar es liposoluble, es decir que se disuelve en grasa y cuando está maduro y cocido el tomate aumenta hasta cinco veces la concentración de licopeno, lo que nos hace pensar que una salsa de tomate enriquecida con un par de cucharadas de aceite de oliva es oro para nuestra salud. Además al triturar el tomate, disgregamos las células del tomate y permitimos que el licopeno circule por el organismo.
En tercer lugar encontramos los cereales integrales que, sin ser refinados conservan los ácidos grasos esenciales tan beneficiosos para nuestra salud cardiovascular, pues disminuye el colesterol malo, además de ser una fuente de energía, fibra, vitamina B y proteínas. La avena, por ejemplo contiene un 10% de de proteínas frente al 19% de la carne. La fibra se ocupa del bienestar intestinal así como del buen funcionamiento del sistema inmunitario.
En cuarto lugar encontramos el kiwi y la rúcula, ambos auténticos tesoros del ácido fólico pues su concentración es excepcional. Además el kiwi tiene inulina, una fibra especial que nos protege del cáncer de colon. Ambos son ricos en fibra y vitaminas del grupo B.
En quinto lugar encontramos los frutos rojos y arándanos así como todas las frutas con pigmentos azules y rojos. Son ricos en antocianinas, una sustancia que se encarga de prevenir trastornos cardiovasculares, ya que dan elasticidad a los vasos sanguíneos. Además son una fuente de vitamina C excepcional.
En sexto lugar, y a pesar de que sea un grupo muy amplio, encontramos las frutas y las verduras con muchos nutrientes distintos, pero básicamente compuestas por agua, vitaminas, minerales y fibra.
En séptimo lugar, encontramos las verduras pertenecientes a la familia de las crucíferas (brócoli, col, coliflor coles de bruselas y berza) con un alto contenido en fibra, folatos, y glucosinatos beneficiosos en muchos aspectos además de prevenir cáncer y enfermedades crónicas degenerativas.
En octavo lugar de la lista llega el pescado, un alimento funcional de muy alto nivel que destaca por su alto contenido en ácidos grasos esenciales como el Omega 3 y Omega 6 importantísimos para la prevención de enfermedades cardiovasculares, combate el colesterol, y protegen a las células contra el envejecimiento.
En noveno puesto tenemos las legumbres, unas auténticas aliadas de las funciones intestinales y de los músculos dado su alto contenido proteico de origen vegetal. Son fundamentales para la construcción de los tejidos musculares, además contienen mucha fibra que regula la función intestinal del organismo y ayudan a reducir el colesterol.
Por último mencionamos las hierbas aromáticas, que harán más agradables los sabores de nuestra dieta. Además con su consumo, reducimos el consumo de sal en nuestros platos ya que éstas aportan sabor sin necesidad de añadir más sal. La albahaca, por ejemplo, es rica en minerales y vitaminas del grupo A y C que actúan como antioxidantes y antiinflamatorias. Por otro lado el tomillo tiene una alta concentración de hierro. Otras hierbas aromáticas como el perejil comparten las propiedades de las verduras de hoja verde; por lo que son ricas en sales minerales y calcio. Cabe destacar también que la cúrcuma, por su concentración en curcumina es muy interesante para la prevención de diferentes enfermedades por su acción antiinflamatoria, antioxidante y antitumoral.
Introduce y aumenta el consumo de estos alimentos inteligentes y funcionales que mejoran el estado de nuestro organismo, lo notarás por dentro y por fuera.