Existe una tendencia a pensar que las grasas engordan y no tenemos en cuenta la calidad éstas. No todas las grasas engordan. Descubre cuáles son.
Normalmente la gente piensa que si seguimos una dieta rica en grasas saludables engordaremos más que si consumimos pocas grasas, pero hoy en día se sabe que eso no es así. Es más, se adelgaza más siguiendo una dieta con grasas saludables.
Así lo confirma un estudio publicado en The Lancet Diabetes & Endocrinology y que fue llevado a cabo por la Universidad de Barcelona que ha durado 5 años. Ramón Estruch, profesor de la Universidad de Medicina y Ciencias de la Salud de la UB (Universidad de Barcelona) fue quien dirigió el estudio y confirma que no debemos basarnos en la cantidad de grasa que haya en los alimentos sino en el tipo de grasas. Es mucho más importante saber si se trata de grasas saludables o perjudiciales que no la cantidad en sí. Bueno, siempre se debe comer con moderación aunque sea saludable. Es algo que no me canso de repetir porque la gente a veces lo confunde y debemos tener presente una cosa, las cosas saludables en exceso dejan de ser saludables, incluso el deporte.
Así que ¿por qué no seguir una dieta que a parte de mantener nuestra línea sea beneficiosa para la salud? Recordad que según el estudio que se publicó en The New England Journal of Medicine seguir la dieta mediterránea reduce hasta un 30% el riesgo de padecer enfermedades del corazón e ictus.
Recomiendo leer el artículo Aceite de oliva, fruta y verdura para prevenir enfermedades como el ictus.
En el estudio en cuestión, en el que participaron 7.447 voluntarios con unas edades entre 55 y 80 años (tanto hombres como mujeres) de los cuales el 90% eran obesos o tenían sobrepeso y la mayoría presentaba o diabetes tipo 2 o riesgo de padecer alguna enfermedad cardio-vascular.
Se hicieron 3 grupos y cada uno de ellos seguía una dieta distinta.
Grupo 1. Dieta mediterránea sin límite de calorías y con un consumo de 50 ml/día de aceite de oliva al día (equivalen a unas 5 cucharadas).
Grupo 2. Dieta mediterránea sin restricciones calórica y rica en frutos secos como nueces, almendras y avellanas (30 gramos al día en total).
Grupo 3. Dieta baja en grasas (buenas y malas).
Aquellos que habían seguido una dieta mediterráneo sin prohibiciones en cuanto a las grasas saludables ni calorías y que además consumían aceite de oliva llegaron a perder más quilos que los que tenían dietas restrictivas en calorías y grasas. Es más, el grupo 3 aumentó el perímetro abdominal mucho más que los otros dos grupos.
Hay que decir que tras el tiempo que duró el estudio los tres grupos perdieron peso pero lo hicieron en más proporción los del grupo 1 (0,88 kg), seguida del grupo 3 (0,60 kg) y luego del 2 (0,40 kg). Aunque el grupo de los frutos secos redujera menos el peso que los que consumían pocas grasas hay que decir que lo que redujeron más fue el perímetro abdominal.
Ramón Estruch comentó: “Más de cuarenta años de política nutricional han abogado por una dieta baja en grasas; pero estamos constatando que ésta tiene muy poco impacto en el control de los niveles de obesidad”…”Se tenía la idea de que a mayor consumo de grasas, más contenido energético, más calorías y más riesgo de engordar; pero este estudio demuestra que no todas las grasas son iguales”…”Incluso tomando más calorías se pierde más peso”.
¿Cuáles son las grasas saludables que deberíamos comer y que no tiene que asustarnos por el peso?
Frutos secos
Pescado
Aceites vegetales
Yogur y queso (con moderación)
En el lado opuesto, y por tanto, esto es lo que deberíamos reducir al máximo e incluso evitar, encontramos las grasas procedentes de alimentos procesados y carnes.
Según la OMS, para poder mantenernos en pleno estado de salud y no engordar es fundamental hacer ejercicio a diario (al menos 30 minutos) y que nuestra dieta no contenga más de un 30% de grasas de lo que comemos para obtener energía. El problema de estos comunicados es que no se distingue entre grasas buenas (recomiendo leer OMEGA 3: todos los beneficios de las grasas buenas) o malas y aquí es donde queremos ir a parar. El consumo de grasas saludables no tiene por qué estar limitado.
La clave está en saber elegir los alimentos. Además, la forma como se come también influye.
Consumir más: fruta, frutos secos, vegetales, granos, pescado, yogures, aceites vegetales…
Reducir el consumo: productos procesados ricos en almidón, azúcares, sal o grasas trans.
La entrada Las grasas saludables ayudan a perder más peso que las dietas bajas en grasas aparece primero en Salud y Bienestar.