Hace unos días, veía el trailer de un documental llamado “My stuff”, en el que se relata la experiencia de un finlandés que un buen día decide renunciar a sus bienes materiales para redescubrirse a sí mismo. Hay ciertas normas:
El experimento durará un año
Almacenará todas sus cosas en un almacén
Recuperará una cosa cada día
No puede comprar nada.
Tengo ganas de verlo y espero que lo estrenen en España porque es algo que me pregunto a menudo, sobre todo desde que me robaron mi querido iPhone: ¿realmente necesitamos tantas cosas materiales para vivir?
Trabajamos muchas horas para poder comprar cosas, para hipotecarnos, pero también vivimos con miedo por si nos roban nuestros bienes u ocurre una catástrofe. Con lo cual además de la hipoteca, necesitamos un seguro que nos cubra… por si acaso.
Por supuesto, necesitamos un techo, ropa y comida, pero ¿qué más? Una tele, una tablet, un móvil nuevo cuando el tuyo sigue funcionando. ¿Esas cosas nos definen como personas?
A menudo pienso que gastamos demasiado en adquirir cosas y no invertimos tiempo en conocernos a nosotros mismos, con lo bien que viene hacer unos minutos de meditación a diario.
Tal vez te preguntas qué tiene que ver esto con la dieta paleo. Pues poco y mucho. Porque para mi, es todo un estilo de vida, y ser paleo implica estar sano física y psicológicamente, y la sociedad en la que vivimos, con el estrés diario y la desconexión con la naturaleza… puede llegar a ser muy desquiciante.
Sinceramente, no tengo muy claro a qué renunciaría (yo no me excluyo del mundo consumista), y ¿tú?
Ensalada de pimientos asados y limón confitado a la sal
La receta de hoy es una ensalada típica de marruecos (lo que me gusta a mi la cocina marroquí), que aunque lleva tiempo cocinar los pimientos, la preparación de la receta es muy muy sencilla y todos los ingredientes son paleo y aptos si estás en pleno Whole30. Te vendrá genial como guarnición en tu menú, porque le va igual de bien a un bonito que un filete de ternera.
Ingredientes
4-5 pimientos rojos grandes
1 cebolla o 2 cebolletas
1-2 limones confitados (receta aquí)
Aceite de oliva virgen extra
1/2 vas0 de zumo de limón
1/2 vaso de zumo de naranja
1 diente ajo triturado
1 pizca de sal
1 cucharadita de té de comino.
Aceitunas negras para adornar
Preparación
En el horno:
Pon los pimientos en una bandeja apta para horno.
Pinta con aceite los pimientos y espolvorea con una pizca de sal.
Corta las cebollas en gajos y ponlas entre los pimientos.
Déjalos hornear durante 1 hora a 200 ºC. Pasado este tiempo, verás que la piel del pimiento se ha arrugado (ojo, no se quemen).
Déjalos enfriar para quitarles la piel, el rabito y las semillas, y finalmente córtalos en tiras .
Pica la cebolla y mezcla con los pimientos.
En la sartén (por si no te apetece encender el horno):
Quítale el rabito y las semillas a los pimientos y cortalos por la mitad.
Pinta con aceite los pimientos y espolvorea con una pizca de sal.
Corta las cebollas en gajos y ponlas entre los pimientos.
Tápalos y déjalos cocinarse a fuego medio hasta que compruebes que la piel se ha arrugado mucho (cuidado, no se quemen). Es posible que te lleve una hora u hora y media.
Déjalos enfriar antes de quitarles la piel y cortarlos en tiras.
Pica la cebolla y mezcla con los pimientos
Dándole el toque final:
Una vez listos los pimientos, ponlos en una sartén a fuego lento el zumo de limón, el zumo de naranja, el comino y el diente de ajo triturado.
Deja rehogar unos minutitos para que se mezclen bien los sabores y retira la sartén del fuego.
Para servir la ensalada:
Una vez, los pimientos estén a temperatura ambiente, colócalos en un plato.
Añade aceitunas negras y
corta los limones en tiras y colócalos sobre la ensalada.
Espero que te guste la receta
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