Mi amiga Gema suele llevar fruta para desayunar en el trabajo. Cuando comienza la temporada, prácticamente todos los día de la semana, trae peras como aperitivo. Después de observarla durante meses comer con cara de disgusto la fruta, se me ocurrió preguntarle qué le pasaba.
No me gustan, pero ya que las hemos comprado, no las voy a tirar.
Me parece muy bien, pero ¿quién las ha comprado? A alguien le gustarán en tu casa.
En realidad, ¡creo no le gustan a nadie! Yo las compro porque pienso que le gustan a mi marido y a mi hijo, y mi marido las compra porque piensa que me gustan a mi.
Y así durante varios meses al años…
Por esta anécdota que me hace sonreír al recordarla, la pera es una fruta a la que le tengo mucho cariño. Además, que está rica y es muy útil para ensaladas, combinar en recetas con carnes y para quitar las ansias de dulce, como el postre de hoy.
Ingredientes (2 personas)
2 peras, en su punto
1/2 taza de leche de coco (o crema)
1/2 taza de anacardos (puestos un par de horas en agua)
1 cucharada de aceite de coco o ghee
1 cucharadita de canela
1 cucharada de azúcar de coco o miel (opcional, yo no he usado)
Preparación
Lava bien las peras y córtalas por la mitad.
Con la ayuda de una cucharilla de postre, retira el corazón de las peras y espolvoréalas con canela.
En un a sartén, a fuego medio, pon una cucharadita de mantequilla o ghee y deja que se caliente.
Cuando la sartén haya cogido calor, coloca las peras por la cara interna y tuesta durante 5-7 minutos.
Mientras, coloca en una batidora la leche de coco, los anacardos y el edulcorante. Bate hasta que no queden trocitos de anacardos.
Sirve las peras con la crema de anacardos (se pueden tomar frías o templaditas).
Espero que te guste la receta;)
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