Clic para compartir en Twitter
La historia de los antojos yo la conozco bien. Empieza cuando te decides a empezar una dieta para bajar los kilos de más. Al principio, todo muy bien. De pronto, se te antoja algún alimento prohibido. Entonces, piensas que un día al año no hace daño y cedes a la tentación. Terminas comiendo en exceso y luego viene el sentimiento de culpa. Basta con caer una o dos veces para que abandones la dieta. Esto me ha pasado muchas veces, así que sé muy bien de lo que hablo.
El secreto de los antojos
Los antojos son algo natural e inevitable cuando decides cambiar tu alimentación. Son el producto de años de cultivar malos hábitos e incluso provienen del aburrimiento. He descubierto que la única forma de evitarlos es cambiar la forma de pensar. Es decir, date cuenta que los antojos están en tu cabeza y no en tu estómago. Así como entrenas tu cuerpo, también debes entrenar tu mente.
A partir de hoy, cuando sientas el impulso de comer algo que no entra en tu dieta, detente y sigue estos pasos.
5 pasos para no ceder a los antojos
1. Piensa qué es lo que se te antoja
Antes de tomar cualquier golosina o fritura, piensa qué es exactamente lo que se te antoja. ¿Se te antoja algo dulce o salado? ¿Algo grasoso o crujiente? ¿Tienes sed? Identifica bien qué es lo que estás pidiendo.
Verás, el problema es que cuando se toma la decisión de ser más saludable, hay que luchar contra años de malos hábitos. Quizá tengas el hábito de comer algo dulce después de comer, o de comer algo salado a medio día. Por eso, detenerte a pensar te ayudará a dejar de comer por impulso y romper esos hábitos.
2. Analiza si de verdad tienes hambre
Analiza por qué quieres comer algo. ¿Haz comido lo suficiente o te estás matando de hambre? ¿Estás aburrida o viste algo en la televisión? ¿Tienes síndrome pre-menstrual? ¿Estás nerviosa,tensa, preocupada o triste? ¿Has dormido bien? ¿Estás cansada? ¿Has tomado suficiente agua?
El objetivo de analizar tu antojo es darse cuenta si de verdad tienes hambre o si solo tienes el impulso de llevarte algo a la boca. Si es que tienes hambre, entonces hay que preparar un bocadillo nutritivo: un poco de fruta con nueces, por ejemplo. Si solo es un impulso, entonces hay que romper el hábito.
3. Espera 15 a 20 minutos
Aunque no lo creas, en 15 ó 20 minutos el antojo se irá. Mientras, toma un vaso de agua, sal de la cocina, o haz otra cosa que ocupe tu mente. ¡No permitas que los antojos te controlen!
Recuerda que los antojos están en tu mente. Tu cuerpo no necesita ingerir galletas, pasteles, dulces, papas saladas ni refrescos. Nada de eso es nutritivo, solo te engorda.
4. No te castigues si cedes al antojo
¿No pudiste controlarte y cediste al antojo? No te tortures. Los malos hábitos se formaron durante años y no los vas a romper en unos cuantos días. No te castigues ni cedes a la culpa.
Lo más importante es que no abandones tus metas. Ceder a un antojo no debe ser un pretexto para abandonar tus buenos propósitos. Si te comiste una barra de chocolate, no vas a arruinar todo tu esfuerzo. Acepta que algunas veces vas a caer, pero no dejes de intentar ser más saludable. Con un poco de esfuerzo, pronto verás resultados y los antojos ya no te controlarán como antes.
5. Evita los futuros antojos
Si pones atención y tomas nota de cuándo y por qué sientes antojos, podrás encontrar la forma de evitarlos. Estos son algunos tips que me han funcionado y que tal vez te sean útiles.
Consume verdura o fruta y proteína en cada comida para que no te de hambre a cada rato.
Respeta tus horarios de comidas y no te saltes comidas.
Reemplaza las golosinas y las frituras que hay en tu alacena por fruta, nueces, y palitos de verdura.
Evita lo dulce y lo salado a toda costa, porque esos alimentos te provocarán el impulso de seguir comiendo.
Toma 8 vasos de agua durante el día para que no confundas el hambre con la sed.
Busca una actividad que te ayude a relajarte y liberar la tensión, como yoga o meditación, para que no comas por nervios.
Procura dormir por lo menos 6 horas cada noche, ya que la falta de sueño altera tu metabolismo.
No consumas alimentos “light” o “sin azúcar” porque solo te impulsan a seguir comiendo de más y no te ayudan a romper los malos hábitos.
Los antojos son buenos de vez en cuando
Para que puedas ser más saludable, y de paso bajar de peso, tienes que permitirte algún antojo de vez en cuando. Es decir, una vez a la semana te puedes comer un postre con tu café, o puedes salir a comer una hamburguesa una vez al mes. Ceder a estos antojos no va a arruinar tu dieta, sino que te mantendrá motivada para seguir adelante.
El problema es cuando esos antojos se convierten en cosa de todos los días: si varias veces a la semana te permites una (o varias) raciones de postre; si cada fin de semana te comes un paquete grande de hamburguesa, papas y refresco; si te comes una bolsa de papas o una barra de chocolate a diario. En ese caso, sí tendrás problemas y nunca lograrás ponerte en forma.
Consumir alimentos saludables de manera cotidiana romperá tu adicción a las golosinas, las frituras, los bocadillos, el refresco y la comida rápida. Si necesitas más ideas acerca de cómo alimentarte de forma saludable, mira este artículo: “Comidas Saludables” del blog Patio Orgánico.
¿Es fácil que cedas a los antojos? ¿Tienes algún tip para evitarlos? ¡Comparte tu experiencia en los comentarios!