Al contrario de lo que se pueda pensar, la meditación está al alcance de cualquier persona. No es necesario llegar a ningún estado espiritual para poder practicarla, ni es necesario tener que ir a un templo o hacer posturas complicadas. Si quieres aprender a meditar, lo primero es que tengas claro en qué consiste la meditación, y el siguiente paso es que la practiques. Puedes hacerlo en cualquier lugar. A lo largo de este texto te aclararemos en qué consiste la meditación, y te mostraremos como puedes practicar tranquilamente en casa.
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Seguro que has escuchado hablar acerca de la meditación, y es que esta práctica que forma parte de la filosofía oriental desde hace miles de años, no hace mucho que ha llegado a occidente. Los estudios y las investigaciones que se han realzado en torno a esta práctica oriental han sido tan reveladores, y han obtenido tan buenos resultados, que la meditación se ha extendido rápidamente para que se beneficie de ella cualquier tipo de persona.
Aunque en nuestra sociedad estamos un poco verdes en cuanto a lo que representa la meditación: cómo se práctica, su utilidad, etc. Poco a poco la vamos integrando y va cobrando fuerza en nuestras vidas. Y es por esto que queremos aportarte información que te sirva de utilidad para que te inicies con esta nueva experiencia, que ha llegado a occidente para quedarse.
En qué consiste la meditación
La práctica de la meditación nos ayuda a que aprendamos a concentrarnos y ha que mejoremos nuestra atención. Gracias a esto adquirimos fortaleza mental, para poder centrar nuestra mente donde más nos convenga. La meditación nos aleja de las distracciones, del sufrimiento y de todo lo que nos hace distanciarnos del presente y de nuestro estado interno.
¿Te desconcentras habitualmente? Por lo general nuestra mente va por un lado y nosotros por otro, suele dispersarse hasta el punto de que tenemos la sensación de no tener dominio acerca de lo que pensamos. Esta sensación nos genera ansiedad puesto que estamos en constante dependencia de las circunstancias. Al concentrarnos en nuestras prioridades y en lo que más relevancia tiene para nosotros, ahuyentamos todas las distracciones que nos impiden desarrollarnos.
Meditar nos conecta con nuestro cuerpo y nuestra mente para que centremos nuestros pensamientos, ordenándolos, estructurándolos y, lo más importante, teniendo el control sobre ellos. Gracias a esta disciplina no dejamos que sean nuestros pensamientos los que dominen nuestra conducta.
Es así como encontramos un estado de mayor calma, conectándonos con nuestras sensaciones, nuestras emociones y sentimientos. ¿Para qué sirve estar conectados con nosotros mismos? Para que seamos los protagonistas de nuestra propia experiencia, de nuestras sensaciones y percepciones. Este estado nos devuelve la tranquilidad y la paz que tanto anhelamos.
Actualmente, puedes comprobar como tu mente hace que te desconectes de tus sensaciones, y te vaya llevando por un sinfín de estados que son nocivos para ti; que van entrando en bucle generándote sufrimiento.
Esto es lo habitual, así es como hemos aprendido a vivir, desconectados de nosotros mismos, comportándonos de una forma poco consciente. Mediante la meditación recobramos esta consciencia y nos responsabilizamos de cada uno de nuestros actos, de cómo nos sentimos ante cada situación.
En conclusión: la meditación nos ayuda a concentrarnos y a prestar atención a nuestra respiración, a nuestro estado interno.Haciéndonos consciente de cómo nos sentimos, asumiendo y aceptando que somos responsables de todo lo que vivimos. Dejamos de ser títeres de nuestros pensamientos, dejando que fluyan sin necesidad de retenerlos. Los lamentos y las interpretaciones que nos generan pensamientos sin control, se disuelven; cuando integramos la meditación como una experiencia para ser más conscientes del momento presente.
Consejos para meditar en casa
Al conocer mejor lo que supone la meditación, te estarás preguntando ¿cómo puedo comenzar a practicar la meditación? Para que te inicies en la meditación, como hemos dicho anteriormente, puedes hacerlo en cualquier lugar, y en el momento que tú elijas. Para que puedas meditar en casa te vamos a ofrecer los siguientes consejos:
No existe un método concreto para meditar, hay muchas formas, y lo interesantes es que tú encuentres la que mejor va contigo y tu estilo.
Escoge el lugar que más cómodo te resulte, dónde sepas que vas a poder estar sin distracciones. Intenta, siempre que puedas, practicar la meditación en ese mismo lugar, de esa manera asociarás ese sitio a tu intimidad y a tu estado de calma.
Crea un rincón para ti, con los elementos con los que más a gusto te encuentres, ya sea con unas velas, inciensos, almohadas, una luz tenue, música relajante, etc. Crea tu espacio en el que mejor te encuentres para comenzar a concentrarte.
Siéntate en el suelo con la espalda recta, intenta relajarte y reducir las tensiones que puedan aparecer en tu cuerpo.
Concéntrate en tu respiración, deja que las distracciones vayan desapareciendo.
Al principio es normal que te distraigas y te desconcentres con multitud de pensamientos, intenta a cada momento volver a centrarte en la respiración. Cuanto más ejercites esto, más facilidades tendrás de concentrarte en lo que quieres.
Adéntrate en tu silencio interno, has logrado calmar el ruido de tu mente, has tomado el dominio. Ahora puedes crear pensamientos positivos acerca de ti mismo e imágenes en las que te contemplas feliz. Disfruta de esta experiencia y mantenla unos minutos.
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Dedícale a meditar en casa unos minutos al día, ya sea 10, 20 o 30 minutos, lo importante es que emplees este tiempo para ti, ya sea a diario o de forma semanal. Es tu momento, y es el momento que te va ayudar a que disminuyas el estrés y a que te hagas más consciente de todo lo que vives, para que tu experiencia no se vea contaminada por las distracciones. Recobra tu estado de calma y de paz y conseguirás con ello vivir de una forma más plena y auténtica, al conectarte completamente contigo, aquí y ahora.
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