Una vida sana o fitness es la moda en la actualidad, por esta razón surgen cada vez más tendencias que acoplan a cada individuo. Con esto han surgido una serie de dietas que dan buenos resultados, aunque a veces pueden acarrear ciertas consecuencias. Una de ellas es la dieta cetogénica.
Cetogénico es el estado en el que el cuerpo está cuando consume en su mayoría grasas y proteínas, ya que se consume menos de 50 gramos de carbohidratos por día. El cuerpo metaboliza los nutrientes de los que dispone para que funcione y produzca energía. Cuando se degradan los lípidos y proteínas para la energía, el organismo comienza a producir cetonas.
Esto se conoce como un funcionamiento anormal del cuerpo, dado que debe funcionar con carbohidratos porque el cerebro necesita carboglucosa. Posteriormente, en un par de días aparece la cetosis, ahí es cuando comienza el proceso. De esta manera, la dieta cetogénica es una ingesta mínima de carbohidratos, y comer grasas preferentemente.
Sin embargo, esta dieta tiene consecuencias para algunas personas, como el cuerpo se debe adaptar a esta situación anormal, se generan residuos nocivos desde el hígado por el metabolismo de los lípidos para crear la energía y eliminar los cuerpos cetónicos.
Entre las consecuencias está la acidificación del ph de la sangre, cálculos renales, colesterol alto, deshidratación, disminución de la densidad ósea; por esta razón no es recomendable. Lo mejor es seguir las recomendaciones de un profesional.
La solución es tener una dieta equilibrada, como tener un consumo de calorías e hidratos de carbono que permita mantener un adecuado peso corporal. Al igual que comer suficientes frutas y verduras para bajar el ph, como es consumir zumo de limón. El ejercicio también debe realizarse al menos tres veces por semana y el consumo de proteínas de la carne de vaca y huevos es importante.