La diferencia entre las horas que transcurrimos durmiendo y las que realmente necesitaríamos dormir se denomina ‘deuda del sueño’.
Cada minuto que restamos a nuestro descanso, por la causa que sea, no lo volvemos a recuperar. Si intentamos recuperar esas horas de sueño durmiendo más horas en otros momentos, pues el cuerpo acabará reajustándolas para finalmente dormir las necesarias.
El sueño es uno de nuestros aliados más importante porque, mientras dormimos:
se regenerar nuestros tejidos;
se produce la regulación endocrina, neurológica y de nuestro sistema nervioso;
se regenera la sangre gracias a la disminución del ritmo cardiaco y de la presión arterial;
se regenera la piel, expulsando toxinas;
se regenera la visión gracias a la formación de película lagrimal que protege la cornea;
el cerebro gestiona la información recibida durante el día y activa el hipocampo, la corteza entorrinal y el neocórtex para refuerza la memoria;
hígado, el páncreas y los riñones trabajan para poder eliminar grasas y residuos tóxicos;
músculos y huesos se reparan y crecen;
se regula el sistema inmune.
Dormir menos de lo que nuestro cuerpo necesita, al poco tiempo, empieza a afectar nuestra visión y nuestra memoria, para luego causar daños a todo nuestro metabolismo. De hecho la privación del sueño hace que el sistema inmunológico entre en acción, generando la misma respuesta inmediata que se produce cuando vivimos cualquier tipo de estrés.
¿Y qué pasa con el subconsciente?
Mientras dormimos nuestro subconsciente sigue trabajando para intentar resolver todo lo que nuestra mente consciente no ha logrado solucionar.
Y puede que intente llevar acabo esta tarea a través de los sueños. De hecho, aunque a menudo los sueños parecen confusos, surrealistas y sin sentido, al contrario tiene una lógica y una coherencia.
El problema es que, casi siempre, nuestra mente consciente no logra interpretarlos y, muchas veces, ni siquiera recordarlos.
Los sueños a menudo nos delatan en todas las situaciones de ‘quiero y no puedo’, es decir, son una manifestación de recuerdos, impulsos, emociones, información que quedan reprimidos e incorrectamente interpretados durante la fase de vigilia.
¿Bueno, pero cuántas horas necesitamos dormir?
La necesidad de horas de sueño varía según nuestra edad. Piensa en los recién nacidos, necesitan dormir tantas horas para desarrollarse.
A medida que este proceso de crecimiento se va completando, automáticamente el cuerpo va regulando su reloj biológico y reduce el tiempo de sueño.
La edad no es el único elemento distintivo, hay muchas variables personales que marcan las diferencias de persona a persona. Una persona adulta, en media, debería dormir entre 6 y 8 horas, pero hay persona que necesitan más o menos tiempo de sueño para sentirse bien.
La solución es que escuches tu cuerpo y que gestiones de la mejor forma posible el estrés; que cuides de tu alimentación; que intentes alejar de ti todos los elementos distractores y destructores de tu ciclo del sueño (pantallas, ruidos, mala alimentación, temperatura ambiental, estrés etc.).
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Vittoria Veri Doldo ~ Health Coach