Nuestro día día está hecho de innumerables momentos donde nuestra mente nos da una guerra feroz con pensamientos de lo más catastróficos que puedan existir.
Un sin fin de hipótesis nefastas que ‘podrían’ convertirse en hechos reales (el 95% de ellas casi nunca se produce y me quedo corta). Y esta hiper actividad mental negativa nos quita sueño, ilusión, alegría, ganas de vivir, creatividad, amor, diversión, autoconocimiento y más.
Esta cantidad infinita de pensamientos negativos y sentimientos asociados adquiere forma y materia y se convierte en una energía que pesa encima nuestro. Nos aplasta el pecho y nos quita la respiración. Nos carga los hombros, nos hace arrastrar nuestros pies, nos causa dolores de varios tipos: dolor de cabeza, de espalda, de estomago etc.
Hay quienes definen estas masas que creamos dentro y fuera de nosotros ‘parásitos y larvas energéticos’. Vamos a ver por qué.
Los parásitos o larvas energéticos son nada más que la condensación de energías negativas producidas por uno mismo u otra persona, que penetran en nuestro campo energético (o espacio vital, como quieras llamarlo).
Estas energías condensadas anidan en un punto o núcleo y desde ese punto van creciendo y creando su estructura. Esta estructura autónoma se convierte en una carga vital para nosotros que, literalmente, ‘pesa’.
La psicología habla de estructuras psíquicas independientes refiriéndose a nuestras obsesiones y compulsividad. Algo que entra en nuestra mente y se apodera de ella como una carcoma en la madera.
Ese algo que no nos deja en paz, obsesiones de las que no logramos liberarnos, que se apoderan de nosotros independientemente de nuestra voluntad. Las obsesiones además nunca vienen solas ni llegan de repente, sino más bien son el resultado de temores, preocupaciones, vicios que se reiteran en el tiempo y perduran hasta formar una masa critica en nuestra psique.
Esta condensación o parásito/larva energética puede existir solo si existen esos pensamientos que alimentan negatividad. Por si solos no pueden ni encuentran alimento. Somos nosotros quienes les damos acceso y los alimentamos. Así que, para seguir vivos, retroalimentan esta negatividad, cargan sobre nuestro sistema nervioso, nuestro sistema motor, nuestra psique, nuestras emociones y nuestro sistema energético.
Llenan de miedo las personas que temen; de ira las personas rabiosas; acentúan dependencias en las personas que son victimas de ellas, viven de la inflexibilidad de nuestra mente en su expresión más negativa posible.
Por lo tanto, sabemos que existen parásitos en el mundo físico, animal y vegetal, los cuales no tiene una energía propia para existir, sino que se nutren de la de otro ser vivo. Y ahora también sabemos que existen en planos y dimensiones que no vemos, a nivel energético/etéreo.
¿Y cómo se evitan o se eliminan?
La mejor manera de contrarrestar una emoción negativa es tener una positiva más fuerte ~ Eduard Punset
Pues esta frase del querido Eduard Punset es la clave.
Si somos nosotros quienes damos entrada libre a esta masa crítica, quién crees que tiene poder de evitarla o eliminarla? Si son nuestros pensamientos y emociones negativas, nuestros obsesiones, nuestros vicios y adicciones, lo que crea esta condensación que pesa encima nuestro, ¿qué crees que necesitas para evitar su formación o para eliminarla?
Una persona que sufre por ejemplo de depresión lleva una carga encima brutal. Y su enfermedad está en la mente como resultado de pensamientos y emociones que se han enquistado en ella y no le dejan en paz.
El estado depresivo se convierte en una entidad psíquica independiente de la voluntad de la persona, hace con ella lo que quiere, la hunde en el abismo y, en muchos casos, sin posibilidad de retorno.
Es fácil decir a una persona deprimida que no tiene nada porque, al final, todo está en su mente. Pero para que la persona llegara al punto donde se encuentra, muchas cosas le deben haber pasado en su interior como para no lograr encontrar la salida.
Nuestra mente es increíblemente poderosa y tal y como nos puede llevar a grandiosos resultados, al igual nos puede hundir en la más oscura realidad. Nosotr@s somos los directores de orquesta de nuestra mente y somos los únicos guías capaces de leer el mapa de nuestro camino.
No siempre lo logramos solos, muchas veces necesitamos ayuda. Pero quienes tomamos las decisiones somos únicamente nosotr@s mism@s.
Por lo tanto, aprende a elegir tus pensamientos tal y como eliges la ropa que te vas a poner cada día. Cada pensamiento se engancha a una o más emociones, por lo tanto si quieres sentir cosas que te aportan, piensa en cosas que alimentan esa clase de emociones.
No sirve de nada vivir constantemente pre-ocupad@s por algo. Total, pase lo que pase, una solución se acaba encontrando. Mejor encontrarla desde una mente más en calma que desde una mente angustiada.
Remedios y prevención
Si la primera y primordial herramienta es el control de nuestra mente, también hay otras herramientas que pueden ayudar a protegernos en los ambientes donde nos movemos como:
utilizar incienso en casa
quemar palo santo periódicamente
el Reiki, para limpiar nuestro campo energético
usar símbolos de protección y para depurar ambientes como el Antahkarana
colocar gemas y cristales en los ambientes donde pasamos más tiempo (como hematita o cuarzo por ejemplo)
meditar y recitar mantras
airear los ambientes a menudo y mantenerlos limpios y ordenados
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Así que, ya lo sabes, aliméntate de una forma sana en todos los aspectos, en todos los campos y en todos los sentidos.
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Vittoria Veri Doldo ~ Health Coach