La diabetes es una enfermedad relacionada con el nivel de insulina en el organismo. Cuando éste tiene dificultades para producir el nivel de insulina adecuado, nos encontramos con los picos de glucosa característicos de la enfermedad.
La relación es recíproca, pues padecer diabetes, especialmente en el caso de la diabetes tipo 2, induce a padecer trastornos del sueño. Por otro lado, dormir poco también puede afectar a la persona e influir en que desarrolle diabetes. Asimismo, una persona que duerma en exceso también corre el riesgo de presentar obesidad y, por tanto, mayor riesgo de presentar diabetes.
¿Sabías que las personas que duermen menos de 6 horas diarias tienen el doble de probabilidad de padecer diabetes que una persona con mejores hábitos de sueño?
Cuando se duerme bien, se propicia que el páncreas pueda establecer los niveles insulínicos adecuados en sangre. Además, puede observar que le es más sencillo controlar los niveles de glucemia. Estará más alerta durante el día, tendrá más energía, menos estrés y una mejor predisposición para monitorear y controlar su diabetes.
Por el contrario, una restricción del sueño a 4 horas durante 6 o 7 días puede llegar a producir un exceso de azúcar en sangre por reducirse la curva de tolerancia a la glucosa.
Observe qué sucede cuando no duerme lo suficiente. Además de otros aspectos que pueden interferir con sus horas de sueño, como los cambios en la rutina o el estrés, las personas con diabetes pueden sufrir posibles complicaciones asociadas al sueño. Tanto los niveles altos como bajos de glucemia pueden interrumpir el sueño.
Es posible que las personas con diabetes tipo 2 que no duermen lo suficiente sean más resistentes a la insulina y les sea más difícil controlar los niveles de glucemia. El síndrome de apnea obstructiva del sueño también es frecuente en personas que tienen diabetes tipo 2 y la neuropatía puede causar dolor en las piernas, lo que no les permite dormir.
En definitiva, no solo las personas con Diabetes Mellitus tipo 2 tienen mayor probabilidad de padecer trastornos del sueño, sino que las personas que no descansan bien tienen más riesgo de padecer la primera. Incluso padeciendo diabetes, los trastornos de sueño empeoran la situación.