La mayor parte de la población tiene problemas de estreñimiento alguna vez a lo largo de su vida, normalmente es temporal y no suele revestir gravedad.
Un simple cambio en las medidas higiénico-dietéticas y en los hábitos de vida suele ser suficiente para aumentar la frecuencia de las evacuaciones.
Recomendaciones
Llevar una alimentación variada y equilibrada, incluyendo alimentos ricos en fibra soluble e insoluble en la dieta diaria. Fruta, verdura, cereales integrales, pan integral, pasta integral, galletas integrales, legumbres, frutos secos, etc.
Aumentar la ingesta de agua, zumos infusiones y/o caldos desgrasados que facilitan el movimiento intestinal a, como mínimo, 1´5 litros diarios.
Evitar el sedentarismo, haciendo el ejercicio físico de forma regular como por ejemplo caminar 30 minutos diarios. Realizar tablas de gimnasia abdominal que estimulan y tonifican la musculatura abdominal implicada en el proceso evacuatorio.
No contenerse nunca cuando se tenga necesidad de ir al baño, intentando que el cuerpo se habitúe a evacuar a la misma hora: Tomarse el tiempo necesario.
Regular el horario de comidas, comiendo de forma ordenada (primero, segundo y postre) en un ambiente tranquilo, relajado y sin interferencias, respetando los horarios todos los días.
Se recomienda masticar bien los alimentos, comer y beber despacio.
Se recomienda el consumo de yogures, que ayudan a equilibrar la flora del intestino, mejoran las secreciones intestinales y estimulan el peristaltismo intestinal.
Utilizar el aceite de oliva en cantidades adecuadas en la cocina y añadir gotas de aceite en bocadillos y tostadas.
Tomar los alimentos muy fríos o muy calientes para favorecer el movimiento intestinal.
Prescindir temporalmente de alimentos astringentes como el membrillo, el plátano, la manzana cruda, el arroz o la zanahoria.
Fotografía: doctoreguia