La práctica del Mindfulness te ayuda a manejar la ansiedad, a vivir el aquí y el ahora, a recuperar tu propio ritmo y te ayuda a descubrir que es lo que realmente te hace feliz gracias a que activamos nuestra escucha interna.
A continuación te sugiero que durante tu práctica de Mindfulness tengas en cuenta las siguientes cualidades para tener una más adecuada experiencia Mindful.
Mente de principiante
Experimentar cada situación como si la viviéramos por primera vez, libres de prejuicios e ideas que hayamos leído o nos hayan explicado. Nos permite contemplar las cosas de un modo nuevo, encontrar nuevos enfoques y ampliar horizontes. El principiante durante su aprendizaje muestra curiosidad, apertura e ilusión.
No juzgar
Implica el cultivo de la observación imparcial. Te facilitará este proceso el tomarte las experiencias que vas viviendo como hechos y no como interpretaciones.
Libérate del pensamiento conceptual, que es cuando aparecen pensamientos del tipo “bueno/malo”.
Aceptación
Todo lo que aparece en tu mente está bien. Puede que experimentes emociones o pensamientos desagradables, de culpa, tristeza, ira, vergüenza, agobio,… La clave es en vez de rechazarlos, aceptarlos. Tu también eres esos pensamientos y emociones, y cuando te permites experimentarlos, y que fluyan a través tuyo notarás, con tu mente de principiante, que son como una ola que te atraviesa, una ola que te llena y que luego te deja, dejando su estela de conocimiento.
Fluir (No forzar)
Cuando realices meditación mindfulness no tienes que forzar nada, no tienes que esforzarte para que suceda. Se trata de fluir en la experiencia que está sucediendo, subiéndote al río de Vida que fluye. Para mí la clave consiste en “permitirte sentir”. Cuando te permites sentir dejas de bloquear.
No esperar nada
No tener expectativas, liberarnos de nuestras ideas preestablecidas, de nuestras interpretaciones pasadas. En Japón, y según la tradición budista Zen recibe el nombre de mushotoku, qué podría traducirse como ausencia de intención, hacer algo sin interés, sin esperar beneficios personales.
Soltar
Durante la práctica no rechaces ni te aferres a pensamientos o emociones que consideres inadecuados o desagradables. Como decía antes se trata de fluir, observar como vienen y se van los pensamientos y los emociones, sean agradables o desagradables. está relacionado con el no forzar, con el permitir que se expresen y que, al soltarlos, fluyan a través tuyo.
Actitud amable hacia uno mismo
La actitud compasiva es muy importante en la práctica del mindfulness. Tratarte con amabilidad y respeto, volviendo a la respiración consciente con suavidad y amabilidad cada vez que tu mente se desboca.
Paciencia
El hábito no hace al monje. Este punto habla de aceptar el proceso y no querer sólo el objetivo. Como decía mahatma Gandhi: “Perder la paciencia es perder la batalla”.
Sentido observador o desarrollo de la consciencia
¿Dónde pongo el piloto automático? El desarrollar sentido observador nos ayuda a detectar automatismos, patrones de conducta de nuestra mente. No somos nuestros pensamientos, somos el pensador de nuestros pensamientos, la arquitecta de nuestra Vida.
El mindfulness es una técnica que utilizo tanto en mi Vida personal como profesional. Ayuda a gestionar la ansiedad, a superar la depresión, a afrontar situaciones conflictivas, a disminuir la compulsión por la comida, a comer con consciencia, y a sentirnos mejor con nosotros mismos. Pero por favor no me creas. practícalo y luego me lo explicas.
“Caminante, no hay camino. Se hace camino al andar.”
— Antonio Machado
Gracias por leerme,