Meditación y Mindfulness no es mismo. Mindfulness es un estado de plena consciencia y la forma más formal de alcanzarlo es mediante la meditación, pero no sería la única forma, eso sí es la más completa y la más eficaz.
El Mindfulness es una técnica que nos permite vivir en el presente conectados con nosotros mismos y con la realidad.
Otra de las diferencias es que el Mindfulness se define como una técnica psicológica, i no contempla ninguna connotación religiosa.
Vivimos en una sociedad que nos invade a través de múltiples inputs que reclaman nuestra atención y esta se acaba difuminando, por esto necesitamos practicar el musculo mental de la atención y mantener nuestro foco. De esta manera, no nos dejamos llevar por las circunstancias, sino que elegimos mediante nuestra voluntad donde ponemos la atención.
Originario de la cultura oriental, fue trasladado a occidente y más concretamente a EEUU por Jon Kabat-Zinn (médico), quien creo el protocolo MBSR (Mindfulness Based Stress Reduction) para pacientes con ansiedad y depresión con satisfactorios resultados. A partir de aquí, empieza la expansión del Mindfulness a diferentes ámbitos (educación, empresa, deporte, ) y se desarrollan estudios científicos que generan nuevos protocolos de intervención.
Es básico aprender que es el mindfulness y cómo funciona, para después aplicarlo de forma autónoma; aunque todos los que lo practican y practicamos formamos parte de un grupo donde poder practicar mindfulness y compasión con la finalidad de continuar la práctica iniciada, adquirir nuevos conocimientos y compartir experiencia y dificultades. Con el avance en la práctica observamos lo que nos hace sentir, como mejora nuestro bienestar y nuestra vida.
A partir de 20 o 30 minutos al día durante mínimo 12 semanas aparecen los cambios psicológicos más significativos, que través de pruebas de neuro imagen se han observado cambios en la fisiología del cerebro. Mejora nuestra atención, nuestra conciencia corporal y permite que las emociones negativas no sean tan intensas y nos permite verlas desde la distancia.
En el ámbito de salud hace mucho tiempo que existen metaanálisis (estudios de mayor evidencia científica) que demuestran que el Mindfulness ayuda en casos de depresión, ansiedad, TOC, adicciones, fibromialgia, ).
También está demostrado que accedemos de forma más rápida a las emociones positivas, nos permite poder elegir como accionar o reaccionar delante de una situación que nos pasa. Con el Mindfulness dejamos de ser víctimas de lo que nos ocurre y ello nos produce más sensación de seguridad en la vida.
Dejamos pasar los pensamientos positivos y negativos sin juzgar, sin necesidad de quedarnos atrapados por ellos, que es lo que nos produce el sufrimiento. Nos permite ser más objetivos con la realidad, mayor autocontrol y gestión de los pensamientos. Nos ayuda a ver las cosas como son sin nuestros filtros de proyecciones y expectativas.
Otra posibilidad de practicar mindfulness es a la hora de comer, lo que se denomina Mindful-eating (o alimentación consciente) ¿somos capaces de comer sin ver la televisión, hablar, pensar, ? Por eso comemos más y engordamos; porque no llegamos a percibir cuando estamos llenos al no comer con atención plena. Pero esta posibilidad da para otro artículo.
Todos pensamos demasiado y el Mindfulness nos enseña a no anclarnos ni aferrarnos a los pensamientos, y nos ayuda a evitar el sufrimiento.
A modo de conclusión añadir que, la meditación es una parte del Mindfulness, pero la técnica psicológica del Mindfulness es más amplia e incluso es una terapia en sí.
Nota: El artículo ha sido publicado originalmente en Saludterapia.