En el hemisferio norte estamos en pleno verano.¡, y en muchos puntos, de hecho, está siendo sofocante. Es una buena época para cogerse unos días de vacaciones, si se puede, claro. Y cuando uno desconecta un poco de la rutina puede ser el momento de plantearse qué cambiar de nuestro día a día. ¿Qué tal si nos planteamos algunas mejoras? Permítenos algunas propuestas:
Mejorar la alimentación. Es verdad que en época de vacaciones nos podemos permitir más excesos, pero sería genial que nos propusiéramos mejorar algo nuestra nutrición a la vuelta. Más verduras, menos alimentos procesados, menos alcohol, café, etc. Cereales integrales, comida orgánica,… Cualquier cambio nos afectará positivamente.
Actividad física adecuada. Dependiendo de tu edad y tus características debes encontrar la actividad que te encaje (y si te gusta, mejora aún) Cualquier deporte es interesante, o simplemente el hábito de pasear o nadar diariamente. Eso sí, en los momentos de calor extremo, ¡calma!
Cuidar la mente. Y esto quiere decir muchas cosas. ¿Qué leemos? ¿Qué vemos en TV o cine? ¿Con qué personas hablamos (y sobre todo a quién escuchamos)? ¿Cuánto tiempo nos dedicamos a meditar? ¿Cuánto tiempo en ejercitar nuestro cerebro? Igual que todo alimento que entra en nuestro cuerpo nos influye positiva o negativamente, todo pensamiento que nos ocupa nos afecta. Sé selectivo/a en con quien te relacionas. Cuida que los programas que ves sean constructivos, o al menos no-destructivos. Medita, que está demostrado que ayuda a mejorar nuestra mente y nuestro bienestar. Si no tienes el hábito, busca un método. Nosotros te recomendamos Siente, claro, pero si tienes otro que te vaya bien ¡úsalo! Practica diariamente el mindfulness, aunque no tengas aún el hábito.
Ten proyectos. La ilusión es esencial para ser feliz. Tener a la vista algo que quieres que ocurra, un proyecto, una pasión, lo que sea, te mantiene más joven, más alegre.
Relaciónate. Los seres humanos somos animales sociales. Disfruta de la compañía de los demás. La felicidad compartida, es mucho mayor. Y los problemas se reducen o desaparecen cuando puedes comentarlos con alguien que te aprecia.
Aprovecha, pues, esos ratos de tranquilidad. Disfruta, diviértete, relájate, rodéate de gente fantástica, realiza actividades que no sueles hacer, ¡atrévete! Que el verano no sea sólo un alto en el camino, que suponga un momento de impulso para retomar con más fuerza… ¡tu vida!
¡Feliz verano!