La naturaleza es sabia y si buscas momentos para conectar con ella, disfrutarla y observarla, te darás cuenta de que el cambio que se produce durante estos meses no es casual. Los árboles entran en un proceso de letargo que les hace perder sus hojas, y se mantienen así, trabajando en sus raíces para poder florecer de nuevo en primavera con toda la energía. En definitiva, lo que hacen es adaptarse al cambio, aprovechando todo lo que cada estación les ofrece. De un modo similar, también las personas bajamos el ritmo, nos desprendemos de lo superfluo y reservamos nuestras energías para primavera.
La naturaleza se toma su tiempo para este proceso ¡varios meses! Sin embargo, las personas nos hemos acostumbrado tanto a la inmediatez, que nos cuesta tomarnos el tiempo que necesitamos para asimilar los cambios y adaptarnos a ellos. Pero empecemos por el principio, ¿por qué te sientes triste en otoño?
¿POR QUÉ ME SIENTO TRISTE EN OTOÑO?
Para poder atender tus emociones en un momento determinado de tu vida, lo primero es entender por qué se producen, si hay factores ajenos a ti que puedan influir en ellas, si son las circunstancias personales o situaciones determinadas que están provocando los diferentes estados de ánimo. Porque dependiendo de estas cuestiones, la forma de gestionarlas puede variar.
La mayoría de las personas experimentamos un cambio en el estado de ánimo con la llegada del otoño. Al margen de otras circunstancias personales, en esta época del año puedes sentirte triste, desanimada, sin energía Quizá sientes que descansas peor o incluso que no tienes ganas de quedar con otras personas. Algunas personas viven estos cambios con más intensidad que otras o les duran más en el tiempo.
Esto sucede porque las horas de luz se reducen, estamos menos expuestos a los rayos del sol y las temperaturas bajan. Todo este cambio afecta a tu cuerpo, provocando cambios en la producción de ciertas hormonas y afectando, en consecuencia, al ritmo del organismo.
Como te decía antes, adaptarse al cambio requiere tiempo. Un tiempo que puede ser más largo en unas personas que en otras, pero que siempre podemos hacer más llevadero incorporando algunas actividades y modificando otras.
¿COMO GESTIONAR LAS EMOCIONES DE OTOÑO?
Para mejorar nuestro estado de ánimo y ayudar así a que nuestro cuerpo se adapte al cambio de estación, he creado una pequeña lista de actividades que puedes empezar a trabajar desde hoy mismo:
Date tiempo: lo primero es no agobiarse. Todo pasa y nada dura para siempre. No tienes que estar eufórica siempre y con ganas de hacer mil cosas. Date permiso para bajar el ritmo, vivir más despacio y reducir tu actividad. Ya retomarás cuando te sientas preparada.
Cambia tus rutinas: el cambio de estación implica necesariamente cambiar algunos hábitos de alimentación, descanso, ejercicio… Si antes salías a pasear a las 9 de la noche, quizá puedas adelantarlo a primera hora de la tarde y aprovechar así los rayos del sol. También la alimentación puede ayudarte a mejorar tu ánimo, consumiendo alimentos de temporada.
Adapta tu armario: el frío puede ponernos de mal humor y no hay necesidad. Haz el cambio de armario ya, saca edredones y mantas y siéntete a gusto fuera y dentro de casa. La confortabilidad también ayuda a mejorar el ánimo.
Escribe en un diario: lo incluyo en muchos post de crecimiento personal porque es una herramienta muy útil para ordenar emociones. Escribir te obliga a ordenar ideas y clarificarlas. Es muy probable que al hacerlo, descubras que no hay razón para sentirse mal y te sientas más tranquila.
Adapta tu ocio: El ocio también cambia con el cambio de temperaturas. Los planes de interior como museos o exposiciones, ganan protagonismo. Pero también los de exterior se pueden adaptar para seguir disfrutando. El otoño es perfecto para escapar a la naturaleza, ahora que ya se ha ido el calor.
Vigila tu descanso: el cuerpo necesita descansar para recuperar energía. Es posible que estos días necesites dormir más o hacer más descansos durante tu jornada. O quizá simplemente te basta con bajar el ritmo de actividad diaria. Sea como sea, darle a tu cuerpo lo que necesita para reponerse es fundamental para recuperar el ánimo.
Sal a la calle: la luz solar es fundamental para sentirte bien, entre otras muchas cosas. Pasear, hacer deporte al aire libre, tomar algo en una terraza al sol búscalo y trata de recibir los rayos del sol al menos 20 minutos al día. Con el paso de los días, notarás cómo aumenta tu bienestar.
Como ves hay muchas cosas, pequeños cambios que pueden hacerte sentir mejor. Y sobre todo, quédate con la primera. Tómate tu tiempo y date permiso para bajar el ritmo. Al final esto también pasará
Y si quieres profundizar más en tus emociones, tienes a tu disposición la guía gratuita GESTIONA TUS EMOCIONES, impulsa tu vida. Donde te enseño cómo puedes identificar las principales emociones y te doy las claves para aprender a gestionarlas.
¿Cómo estás llevando el otoño? ¿Qué haces para sentirte mejor?
Un abrazo,
Sara