Para ello podemos recurrir a complejos vitamínicos y suplementos alimenticios, aunque también podemos aumentar nuestras defensas adoptando unos pocos hábitos saludables en nuestra rutina.
Dieta saludable: Una dieta rica en frutas, vegetales y verduras nos aportará todos los minerales y vitaminas que nuestro organismo necesita para tener unas buenas defensas. Los zumos naturales, ricos en vitamina c, para desayunar nos irán de maravilla. Así como la miel, el ajo y la cebolla ya que son unos antibióticos y antivíricos naturales excelentes.
Actividad Física: El ejercicio no sólo mejora nuestra salud cardiovascular y fortalece nuestra musculatura, además refuerza las defensas, con media hora al día tendremos beneficios sobre nuestro sistema inmunitario.
Descanso: Dormir bien nos ayuda a recargar las pilas y a que nuestras defensas estén más fuertes.
Estrés y ansiedad: Evita el estrés. Relájate y desconecta de tus preocupaciones ya que estrés, ansiedad, estados bajos de ánimo tienen efectos negativos en nuestro sistema inmunológico.
Complejos vitamínicos: los complejos vitamínicos, la jalea real, propóleo, oligoelementos como el zinc o el selenio ayudan a fortalecer las defensas
Con estos simples consejos, ya veréis que el otoño nos os cogerá por sorpresa.
Salud y feliz otoño!
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