En otoño, alrededor del 90% de las personas adultas se notan con menos energía, tienen cambios en el estado de ánimo y se sienten más deprimidos, así lo explica el estudio realizado por la universidad de Southampton, en Inglaterra. Estos síntomas se acuñan bajo el término de Seasonal Affective Disorder (SAD), Trastorno Afectivo Estacional en español.
Existen varias causas a estas alteraciones fisiológicas: la lluvia, el viento, la estacionalidad o la contaminación. La causa principal es la luz que tiene un papel clave en la regulación del organismo y en la producción de hormonas. En otoño, perdemos 3 minutos de luz solar cada día por lo que el cerebro segrega más melatonina, una hormona que hace que estemos más cansados, tengamos más sueño, más hambre, peor ánimo y más frío.
Si a esto le añadimos que, en la mayoría de ocasiones, acabamos de volver de las vacaciones y que, por tanto, pasamos menos tiempo con los seres queridos y que, incluso, nos cambian la hora, hacemos un esfuerzo por adaptarnos que nos suele dejar la sensación de jet lag, tristeza, cansancio y lentitud.
Desde el punto de vista de la Medicina Tradicional China, el otoño corresponde al elemento metal, caracterizado por la tristeza, la melancolía y el pesimismo.
Otoño, ¿cómo combatimos la sensación de cansancio?
Para combatir la falta de energía hay varios consejos: aprovechar al máximo las horas de luz, buscar tu espacio y reservar un momento al día para hacer actividades que te motiven, dormir las horas necesarias; y por supuesto, comer bien y de forma equilibrada.
La Medicina Tradicional China busca ese equilibrio en la dieta a través de la Teoría de los Cinco Elementos para la sanación (metal, fuego, tierra, agua y madera). Dentro de esta teoría, la dietoterapia (cómo influyen los alimentos ingeridos por una persona en su Qi, o flujo vital de energía) tiene un papel principal.
De esta forma, cada alimento tiene una naturaleza yin (fría, calmante y que refresca los órganos) o yang (caliente, estimulante y que calienta los órganos), y la energía que tenga una persona dependerá de la cantidad de alimentos yin o yang que haya ingerido. Así, la Medicina Tradicional China recomienda comer ciertos alimentos dependiendo la estación para regular correctamente el Qi.
En el caso del otoño, que se relaciona con el elemento metal, supone la preparación para el invierno. Es el momento de limpiar el organismo de los excesos y las toxinas del verano y aumentar las defensas.
El método chino presta más atención en esta época del año a alimentos Yang, y que purifiquen el órgano más relacionado con el otoño, los pulmones, y con ello, la respiración; y que también generan calor corporal.
Otoño, ¿qué deberíamos comer exactamente?
Se recomienda preparar platos de cocción más larga y calientes para preparar la llegada del invierno. La dieta debe ser más rica, completa y calórica, y deben abundar las sopas. Algunos alimentos y platos que se deben consumir en otoño son estofados de buey o de cordero, pollo, coliflor, patatas, cebolla, mangos, o pescado blanco. También es importante comer alimentos propios de la estación, como por ejemplo las setas, las cuales estimulan el sistema inmunitario y previenen los resfriados.
Además, el sabor del otoño es el picante, ya que armoniza el sistema respiratorio, estimula y aumenta la temperatura del cuerpo para combatir el frío y moviliza la energía corporal. Estos son alimentos como el rábano, el jengibre, pimienta, canela o el ajo.
Para poder mantener una buena salud, es importante tener una alimentación variada en la que se combinen alimentos yin y yang, adaptándolos al clima, situación vital y energética del organismo en el momento, estación, condición meteorológica o época del año.
Por ello, no tiene sentido comer una ensalada de pepino en invierno o comer carnes grasas en verano. Tampoco un atleta debe comer lo mismo que un niño. Hay que buscar un equilibrio y comer pensando en las necesidades de nuestro cuerpo. Comer de forma adecuada supone una fuente de salud y permite devolver el equilibrio al organismo cuando se altera.
“El alimento debe ser medicamento”.