Se acabó levantarse a las tantas, desayunar tranquilamente decidiendo a qué hora nos vamos a la playa, esas cenas relajadas a la luz de la luna… la rutina vuelve a apoderarse de nuestras vidas.
A algunas personas les cuesta volver al ritmo de vida impuesto por nuestro trabajo y las obligaciones diarias. En algunos casos se hace tan cuesta arriba que la depresión leve se instala en su ánimo.
Aquí tenéis algunas claves que os ayudarán a superar ésta etapa con la mejor de las actitudes.
1.Retorno gradual
No pretendas empezar todo a tope. Es mejor iniciar esta etapa de manera gradual, imponiéndote pequeños retos poco a poco para no generar ansiedad. Elije tareas de fácil resolución para los primeros días, que irán complicándose a medida que éstos transcurran.
2.Crea una agenda de actividades
Confecciona una agenda de actividades en la que las reuniones o actividades extra laborales vayan aumentando progresivamente, evitando la sensación de estrés sobre todo los primeros días.
3.Nada de horas extras los primeros días
Al hilo de lo que venimos comentado hasta ahora, procura ceñirte a tu jornada laboral en los días iniciales a tu vuelta. Se trata de deshabituarte de la ociosidad que has estado llevando este tiempo, con lo que es más saludable que los primeros días aún conserves algún espacio para ello. Procura ir a la playa en la medida de lo posible después de trabajar, a tomar algo o a cenar a horas razonables (recuerda que también necesitas descansar).
4.Estoy agotado de no hacer nada…
Las vacaciones también cansan, lo cierto es que tanta relajación nos proporciona una falsa sensación de fatiga de la que debemos recuperarnos. Por eso es tan importante no excedernos en las obligaciones diarias que nos imponemos. En la medida de lo posible, procura encontrar un hueco para charlar con los compañeros mientras os tomáis un café.
5. Ten paciencia, tu mente no está tan ágil como antes de marcharte
La memoria y la concentración pueden tardar en recobrarse, así que es buena idea que seas paciente y anotes las cosas importantes para que no se te olviden. Por ejemplo, a la hora de revisar el correo abarrotado de mensajes, hazlo mejor en orden inverso, de los más recientes a los más antiguos para evitar gestionar asuntos ya resueltos o con modificaciones posteriores.
6.Y para dulcificar la vuelta…
Recuerda que nuestro cuerpo necesita un mínimo de 24 horas para adaptarse a los cambios de casa, ciudad y por supuesto oficina y rutina.
Cambia tu mente: No pienses que la vuelta es la más terrible de las pesadillas. Recuerda que gracias a que tienes trabajo pudiste tener vacaciones y que sin éste tampoco serías capaz de disfrutarlas tanto.
La rutina también tiene sus beneficios para nuestro organismo. Volverás a disfrutar de los viernes y el fin de semana y te reencontrarás con tus compañeros y los hobbies que has dejado de lado en tu tiempo de ocio.
Que tengáis una buena vuelta :)
Olivia
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