Aprender a ser paciente, ya se que no es fácil. Pero no imposible.
Lo primero es saber que si no eres paciente es porque eres justo lo contrario, impaciente. Aunque parezca algo muy lógico no lo es. Te explico: ser impaciente es el producto de esperar que el tiempo se acelere.
Tienes un problema con el tiempo psicológico. Es tiempo psicológico es tu forma de percibir el tiempo, es diferente del tiempo cronológico que se mide por el reloj y es el que hace que pierdas el tren si llegas tarde.
Pero el tiempo psicológico es el que percibe la mente. Seguro que alguna vez lo comprobaste cuando, por ejemplo estabas en el sillón del dentista, en esos momentos parecía que el tiempo iba lento ¿verdad?
Pues ese tiempo psicológico también es el que te incita a acelerar las cosas. Que los eventos que deseas vivir lleguen antes, que ese momento soñado llegue lo más rápido posible. Ya sean las vacaciones, la jubilación…o que llegue alguien a quien esperas, algún ser querido, hijo, hermano, amigo, pareja, etc.
Y eso al final te produce estrés. Esa es la primera consecuencia de querer acelerar el tiempo. Ya de por sí no es una forma agradable de vivir, pues suele acompañarse de ansiedad, nerviosismo, irritabilidad, palpitaciones, etc.
Pero hay algo más profundo en esa forma de vivir. Algo mucho más serio y grave que se te pasa por alto. Y es que cada vez que estás ansiando que llegue un momento futuro, estás perdiendo la atención del momento presente. A mi modo de ver, no solo pierdes la atención sino que pierdes esos momentos de vida, se pasan de largo y estás desechando algo único y mágico como es el momento presente, en el que sucede todo.
Ese futuro que esperas aún no existe, ni hay garantías de que llegue. Tan sólo lo podrás disfrutar cuando se materialice y sea un verdadero “momento presente”, mientras tanto sólo es una construcción de tu mente.
Date cuenta de lo que ello implica. Hipotecas tu momento presente, real, por un momento inexistente, irreal, que solo está en tu mente, en ningún otro sitio más. Conviene que reflexiones sobre ello.
Aunque lo creas real, no existe, punto. Asumir esta realidad te hará por un lado disfrutar plenamente el ahora, y por otro evitará posibles decepciones y sufrimiento si algo no sale como lo habías imaginado o eso que te causaba impaciencia no llega nunca.
Aprende a situarte en el ahora. Con meditación y otras técnicas de atención plena o Mindfulness entrenas tu mente para darse cuenta cada vez que se evade o que se obsesiona con querer acelerar el curso de los acontecimientos.
De esta forma aprenderás a ser más paciente. Esta es una de las actitudes de fondo en Mindfulness.
Espero tus comentarios.
Gracias.
El artículo Cómo ser más paciente lo puedes encontrar en Reducir Estrés.