Te gustaría comer sin estrés pero el ritmo de vida que llevas no te lo permite.
El momento de la comida debería ser un momento de disfrute y no algo que hemos de hacer rápido para pasar a la siguiente tarea. En esta píldora mindfulness te proponemos un ejercicio para hacer de tu comida un momento consciente.
Todos los días comemos varias veces, nuestro organismo lo necesita para vivir. Sin embargo, pocas veces somos plenamente conscientes del acto de comer: cuando al comer no vives y experimentas el gusto, simplemente te estás llenando de comida.
Cuando utilizamos nuestros sentidos sólo funcionalmente, sin consciencia, van perdiendo fineza, se van convirtiendo en algo tosco y mecánico, sin sensibilidad. Y con ello nos perdemos muchas ocasiones de disfrutar y sentirnos verdaderamente vivos.
Al perder sensibilidad también nos resulta más difícil sentir el cuerpo, y como consecuencia reconocer nuestros sentimientos.
De esta forma acabamos centrados exclusivamente en nuestra cabeza y nos perdemos gran parte de la vida.
Durante esta semana practica la consciencia en tus comidas.
Si te es posible algún día, para practicar, come tú solo sin interferencias de otro tipo como puede ser música o televisión.
Ve despacio y sé consciente del sabor de cada bocado.
No te limites a tragar alimentos.
Saboréalos sin prisa y conviértete en el sabor: Cuando saborees dulzura, conviértete en dulzura; cuando saborees salado, conviértete en salado; si es ácido, conviértete en ácido?
Siente el sabor por todo el cuerpo, no solo en tu boca. Siéntelo convirtiéndose en oleadas por todo tu cuerpo.
Comas lo que comas, siente el sabor y conviértete en él.
Permite que ocurra en la totalidad de tu cuerpo.
Así crecerá tu sensibilidad y te sentirás más vivo.
Observaras cuando lo hayas hecho varias veces, que tus momentos de la comida son un encuentro contigo mismo, que puedes comer sin estrés y vives un momento de cuidado hacia ti. Todo esto tiene el beneficio añadido de que eres más consciente de aquellos alimentos que no te convienen, por su exceso de calorías o grasa. De esta forma acabaras sin querer modificando tu dieta y cuidando lo que comes. Esto se puede llamar una “dieta consciente” y poco a poco seleccionaras los alimentos que tomas para dar a tu cuerpo aquello que le hace bien y evitar todo lo que le perjudica. De nuevo la atención plena te trae beneficios no solo a nivel espiritual sino físico, pues tomar conciencia de nuestro cuerpo, de hecho es base en algunas meditaciones de Mindfulness. Y habitando el cuerpo nuestra mente se encontrara agusto y en casa, protegida y atendida.
Si te ha gustado puedes compartirlo o invitar a alguien cercano a unirse a esta práctica de comida consciente al menos una vez a la semana.
Gracias.
El artículo Comer sin estrés lo puedes encontrar en Reducir Estrés.