¿Qué es la cafeína?
La cafeína es una droga psicoactiva estimulante del Sistema Nervioso Central, el cuál se encarga de procesar nuestros pensamientos y la información que obtenemos a través de nuestros sentidos y también, de emitir una respuesta ante los mismos, controlando nuestras funciones corporales, aprendizajes, emociones, etc.La cafeína está presente en el café, el té, el chocolate, en las bebidas energéticas y también se encuentra en la composición de algunos medicamentos.
Es frecuente escuchar a muchas personas decir que necesitan un café para despejarse, o ver estudiantes tomando bebidas energéticas antes o durante una sesión de estudio intensiva. Y es que, los efectos que provoca la cafeína en nuestro cuerpo, aunque dependen de la dosis ingerida y de la frecuencia con la que la ingiramos, en rasgos generales provocan disminución de la somnolencia, sensación de disminución de la fatiga, aumento del rendimiento físico y aumento de la atención y concentración, entre otros. Dichos efectos son pasajeros, ya que tras unas horas el efecto de la cafeína en nuestro cuerpo disminuye.
Hasta aquí, parecería que es una sustancia que nos ayuda a rendir mucho mejor, sin embargo, cabe destacar que la cafeína genera tolerancia. Esto quiere decir, que a medida que consumimos cafeína, necesitaremos una dosis mayor para conseguir los efectos que anteriormente conseguíamos con una dosis menor. Por ejemplo: una persona que habitualmente toma un café por la mañana para despejarse, notará al cabo de un tiempo que dicho café ya no consigue el mismo efecto que al principio y necesitará aumentar la dosis para conseguir sentirse menos fatigado.
Esto es peligroso, ya que podemos entrar en un consumo excesivo de cafeína casi sin darnos cuenta, y es que, al generar tolerancia, aumenta su poder adictivo.
Efectos secundarios de la cafeína
Cada persona es diferente y los efectos de la cafeína también pueden variar de una persona a otra, hay personas que con bajas dosis de cafeína pueden experimentar nerviosismo o cierta inquietud, sin embargo, otras personas desarrollarán efectos secundarios frente a dosis más altas de cafeína.Algunos de los efectos secundarios que puede generar la cafeína son los siguientes:
Insomnio
Hipertensión
Ansiedad
Problemas estomacales
Taquicardias
Nerviosismo o inquietud
Por otro lado, es importante destacar que, al ser una sustancia potencialmente adictiva, el cese de su consumo, en personas que habitualmente consumen altas dosis, puede desencadenar un síndrome de abstinencia. Este síndrome de abstinencia puede generar síntomas como dolor de cabeza, fatiga o somnolencia excesiva, ansiedad o depresión y problemas cognitivos como déficit de atención y concentración.
Viendo los síntomas que puede generar el consumo excesivo de cafeína, no es de extrañar, darnos cuenta que cafeína y ansiedad no son buenas compañeras.
A continuación, os hablaremos de los efectos al combinar cafeína y ansiedad.
Cafeína y ansiedad
¿Realmente puede la cafeína influir en mi ansiedad? La respuesta es SI.La ansiedad es una respuesta de activación de nuestro cuerpo ante un posible peligro real o imaginado. Esta respuesta de ansiedad pone a la persona en un estado de alerta o hipervigilancia, aumentando el ritmo cardiaco. De forma natural, ante una respuesta de ansiedad, mi cuerpo se activa.
¿Qué ocurre entonces con el tándem cafeína y ansiedad? Como ya hemos visto, la cafeína es un estimulante del Sistema Nervioso Central, por tanto, al juntar cafeína y ansiedad, los efectos de activación se multiplican. A grandes rasgos, la persona puede experimentar un aumento de síntomas relacionados con ansiedad como taquicardia, nerviosismo, hiperventilación, etc. En casos más graves, donde el consumo de cafeína es alto, se podría facilitar el llegar a sufrir un ataque de ansiedad.
Por este motivo el consumo de cafeína está contraindicado si sufres ansiedad.
¿Qué ocurre al dejar la cafeína?
Como hemos explicado anteriormente en este artículo, uno de los efectos secundarios al dejar la cafeína puede ser experimentar un síndrome de abstinencia, especialmente si el consumo de cafeína anteriormente era muy elevado y dejamos de consumir cafeína de forma radical.Sin embargo, este síndrome de abstinencia no es eterno, los síntomas mejorarán cada día hasta desaparecer casi por completo en el plazo de una semana. Es entonces cuando podemos empezar a ver los efectos positivos de dejar la cafeína.
Si sufres de ansiedad, notarás que, al dejar la cafeína, tu nivel general de activación disminuye, haciendo que puedas estar más tranquilo/a y, por tanto, también lo notarás en tu descanso, pudiendo dormir mejor, algo fundamental para las personas que tienen ansiedad.
Cómo prevenir los efectos de juntar cafeína y ansiedad
Si estás pasando por un momento de tu vida complicado y te notas con más ansiedad, igual es importante plantearte una serie de medidas para hacerle frente. Entre ellas, reducir el consumo de cafeína.En nuestro blog, tenemos numerosos artículos acerca de la ansiedad y cómo gestionarla, por lo que te recomendamos también que eches un vistazo para obtener mayor información acerca de cómo poder manejar tu ansiedad.
¿Cómo puedo reducir mi consumo de cafeína? Puedes empezar analizando cuánta cafeína tomas al día y observando los efectos que tiene en tu cuerpo cuándo la tomas. Una vez analizada la situación, puedes reducir el consumo tomando café descafeinado, reduciendo el consumo de bebidas energéticas o sustituyendo el té por infusiones.
Son algunos ejemplos que pueden ayudarte a reducir su consumo, no obstante, seguro que a ti se te ocurre alguno más.
Por último, tras haber analizado lo que ocurre al compaginar cafeína y ansiedad, os daremos algunas pistas sobre alimentos que puedan ayudarnos a combatir la ansiedad.
Alimentos que me pueden ayudar a reducir la ansiedad
Lo que comemos tiene un efecto sobre nuestra salud y nuestro bienestar. Si bien, no conviene obsesionarnos ni restringir alimentos, como todo, la clave está en el equilibrio.En general, llevar una alimentación sana y equilibrada, puede ayudarte a encontrarte mejor. Si tienes problemas de ansiedad, será importante no abusar de grasas saturadas y azúcares, así como de productos ultraprocesados, los cuáles favorecen el aumento de grasas y colesterol, sometiendo a nuestro sistema cardiovascular a un mayor esfuerzo.
Por supuesto, y como ya hemos visto a lo largo del artículo, en la medida de lo posible, no mezclar cafeína y ansiedad.
Si bien, una alimentación sana puede ayudarme a mejorar mi ansiedad, lo más importante será acudir a un profesional que pueda evaluar tu situación y darte aquellas herramientas necesarias para entender y manejar tu ansiedad.
Autora: Maite Ruíz Machado (Psicóloga de Psicomaster)
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