Actualmente nos encontramos ante un fenómeno creciente en nuestra sociedad, ya no es necesario el consumo de sustancias para tener una adicción o dependencia. Estas van más allá del consumo de drogas, y están relacionados con comportamientos y actividades específicas que tiene consecuencias significativas para la salud mental, e interfieren en la vida cotidiana. Entre las más importantes están la adicción a los juegos, la adicción al trabajo, o la adicción a la pornografía entre otras.
La clave de este tipo de adicciones no es tanto la conducta implicada, sino la forma en la que uno se relaciona con ella. Por lo que se pierde el control de dicha actividad y continúa realizando a pesar de las consecuencias negativas que le produce.
La adicción a la pornografía es un fenómeno que ha ido ganando más relevancia en los últimos años, esto se debe a la rápida digitalización de la sociedad y el fácil acceso que se tiene al material pornográfico. Lo que la diferencia de las adicciones tradiciones es que es una forma de adicción sin consumo de drogas, centrada en comportamientos excesivos de contenido pornográfico.
Asociado a este fenómeno se encuentra la normalización de la pornografía, por el cual la pornografía se está volviendo cada vez más aceptada, accesible y común en nuestra sociedad. Lo que provoca que muchos de los jóvenes se vean expuestos desde edades muy tempranas a dichos contenidos, empezando de media a los 11 años y en los casos más extremos a los 8 años. Como consecuencia de ver a estas edades pornografía, es la dificultad para separar la fantasía de la pornografía con la realidad. Por lo que se adoptan roles y comportamientos vistos en la pornografía, normalizándose dichas conductas y aplicándose en un futuro sobre sus posibles parejas y relaciones.
Este suceso que se menciona anteriormente, se le conoce como ritualización de las relaciones sexuales, ya que no se termina distinguir entre la pornografía respecto a la realidad. De manera que se copia y “ritualiza” en las relaciones sexuales. Algunas de las características propias es el aumento de la agresividad y violencia dentro de las relaciones sexuales, asi como un aumento de prácticas sexuales de riesgo.
El éxito de la pornografía ¿Qué hay detrás?
La pornografía tiene una naturaleza adictiva que involucra varios componentes. En primer lugar, su efecto adictivo se explica gracias a la estimulación del sistema de recompensa, activando la dopamina y se obtiene placer, sensación de bienestar. Este fenómeno está asociado al sistema de recompensa. Además, de que esta adicción se ve reforzada por la inmediatez y familiaridad en nuestra cultura por los elementos eróticos.A su vez, el éxito de la pornografía se debe a la Triple A (Accesibility, Affordability, Anonymity), es decir la fácil accesibilidad de la pornografía, que sea gratuito y que exista un anonimato detrás de la pantalla facilita en gran medida el consumo pornográfico.
Otro de los factores responsables es la hiperestimulación, esta se produce ante la gran variabilidad y novedad del contenido, la cual se refleja en la pornografía como una amplia variedad de contenidos eróticos. Y debido a la desensibilización que se produce ante la exposición repetida ante estímulos sexuales, obliga a muchos usuarios a realizar una búsqueda constante de estímulos cada vez más intensos para sentir el mismo sentimiento de placer anterior.
Por último, la asociación repetida entre excitación y gratificación sexuales con la pornografía produce un condicionamiento, es decir, se asocia la sensación de placer y orgasmo con el ver pornografía. De manera que el simple hecho de ver pornografía te genera una mayor sensación de bienestar y placer, lo que refuerza así el consumo de pornografía.
Consecuencias de la adicción a la pornografía
Uno de los fenómenos más destacados del uso de la pornografía es la desconexión emocional que se sufre tras su consumición. Ya que las personas que lo consumen experimentan emociones muy intensas durante la visualización de dicho contenido erótico, pero tras terminar se pueden sentir sentirse emocionalmente distantes o incapaces de conectar con sus propias experiencias.Por otra parte, debido a esta desconexión emocional se produce un reforzamiento, ya que se va a buscar experimentar dichas emociones otra vez, cuando en la realidad presenta dificultades con las mismas. Volviéndose una espiral de consumo.
Una de las consecuencias del consumo de pornografía más llamativo es la impotencia sexual, ya que debido al consumo repetido de pornografía produce una habituación ante dichos estímulos eróticos, por lo que se necesita cada vez más cantidad de contenido y más sexualizado. Por lo que la presencia ante un consumo excesivo de estímulos sexuales, el comportamiento se transforma hacia una hipersexualidad o adicción a la pornografía.
Otra de los resultados es la disminución del deseo y atracción sexual por nuestra pareja, además de una caída en las relaciones sexuales. El motivo se debe a que en la pornografía se publicita unos cánones de belleza no normativos, ocurriendo lo mismo en las redes sociales, en los que se presenta cuerpos difíciles de conseguir. Por lo que el mal uso de la pornografía se refleja en una comparación de este material erótico con nuestra pareja, ya que se busca comparar un ideal de belleza inalcanzable. Siendo este el motivo por el que se produzca una disminución de atracción y deseo hacia la pareja.
Por último, es importante remarcar que en las relaciones de pareja como secuela de la pornografía aparece la difusión de estereotipos de género, percibiéndose la posición de la mujer como un objeto “sexualizado” y “sumiso”. Sobre todo, afectando en los más jóvenes, lo cuales buscan mantener relaciones sexuales vistas en la pornografía, centrándose sus relaciones sexuales en la penetración y los genitales.
¿Cómo saber si eres adicto a la pornografía?
Algunas de las señales para reconocer si tienes una adicción a la pornografía son las siguientes:Tiempo excesivo viendo pornografía, interfiriendo con las responsabilidades diarias como es el trabajo, en relaciones personales, etc.
Deseo incontrolable y frecuente de consumir pornografía, incluso ante situaciones inapropiadas.
Numerosos intentos sin éxito de controlar esta adicción.
Negación de que pueda resultar ser un problema o minimizarlo.
Aislamiento social, como consecuencia de preferir ver pornografía a realizar actividades sociales.
Afección del rendimiento sexual, como puede ser una disminución de interés sobre las relaciones sexuales reales o problemas de disfunción eréctil.
Consumo de pornografía más intensa y extrema, debido a que se produce una tolerancia ante los contenidos vistos.
Sentimientos de malestar tras consumir pornografía.
Consejos para tratar la adicción a la pornografía
Reconocer y aceptar que se tiene una adicción. Siendo este primer paso el más crucial e importante.
Buscar ayuda de un profesional especializado en adicciones o sexualidad, como es el caso de un psicoterapeuta.
Establecer metas realistas y alcanzables para reducir o eliminar el consumo. Evitando eliminar la adicción de un día para otro.
Identifica situaciones, pensamientos o emociones que disparen el deseo de consumir pornografía.
Poner límites de acceso al contenido pornográfico en los aparatos electrónicos, como es el caso del tiempo de horas al día.
Buscar nuevas actividades de ocio, como puede ser hacer ejercicio, salir con los amigos, u otros hobbies no relacionados con la pornografía. Las personas con adicción a la pornografía muchas veces no son conscientes de que tienen un problema y solo se dan cuenta cuando esta adicción ya es bastante intensa. Esto se refleja en el momento de que su única actividad es masturbarse, o son incapaces de mantener relaciones sexuales que no sean con pornografía.
Si necesitas asesoramiento para ti o para algún familiar respecto a este tema o para otras adicciones con o sin consumo de sustancias no dudes en consultarnos.