Según el hinduismo antiguo, hay cuatro edades en el hombre:
Brahmacharya: Etapa de estudiante célibe (adolescencia).
Grihasta: Etapa de padre de familia (edad adulta).
Vanaprastha: Etapa de asceta en busca de la verdad (edad madura).
Sannyasa: Etapa de renunciante entregado a Dios (vejez).
Brahmacharya significa el que sigue la senda de Brahma, pero a menudo se traduce como celibato debido a que en esa etapa un requisito era el de permanecer célibe. Hoy en día esto está muy fuera de uso y es completamente ajeno a nuestro estilo de vida. Algunos yoguis y monjes (swamis) hacen votos de castidad, al igual que los monjes occidentales, pero no es necesario el celibato para la practica del yoga. La mayoría de nosotros, practicantes de yoga, tenemos que interpretarlo como moderación.
La moderación es la virtud de la templanza, del justo término medio, del meden agan de los griegos, el nada con exceso (pero nada con exceso de mucho, ni con exceso de poco).
Si reprimimos un impulso natural tan poderoso como el sexo, eso puede llevarnos a graves trastornos de la personalidad y de la salud. La clave no está en reprimirlo, si no en controlarlo, en moderarlo. Hacer que el sexo sea algo útil, creativo y placentero en nuestra vida, sin que nos obsesione ni nos esclavice haciéndonos perseguirlo a toda costa como único objetivo en nuestra vida.
La búsqueda del sexo, del dinero y del poder son las tres grandes tentaciones del hombre, los tres grandes móviles de la vida que lo impulsan a moverse y a actuar en el mundo, pero esa búsqueda tan presente en la gran mayoría de seres humanos (eso forma parte de la naturaleza humana), nos puede hacer no dirigir nuestra mirada hacia otros aspectos más espirituales.
La moderación significa darle a cada cosa su importancia y no permitir que dirija nuestra vida.
Ser moderado, equilibrado, es una gran virtud que hay que trabajar duramente, pues los instintos y las pasiones humanas tienen muchísima fuerza, y si nos descuidamos, toman las riendas y el control de nuestra vida.
Brahmacharya es moderación, ni represión ni libertinaje: moderación. Alcanzar el justo término medio y mantenernos en equilibrio en él. Esto no es nada fácil, que nadie se engañe.
Hay maestros que dicen que solo mediante el celibato se pueden sutilizar las energías sexuales en energías espirituales, despertar la kundalini, activar los chakras superiores y alcanzar la realización espiritual. Bueno, que cada uno crea o entienda lo que quiera. Yo personalmente creo en la moderación, y es lo que trato de alcanzar, aunque a veces caiga en excesos de todo tipo.
7ª lección del curso de yoga para intermedios:
Aimar Rollán (Gopal)