¡Qué cerquita están las vacaciones!
Tan cerquita que casi puedo oler la playa desde la distancia, pero antes quería publicar esta receta para decir “hasta luego”. Seguramente no tenga muchos medios/ingredientes para preparar nuevas recetas, pero seguiré trabajando en el blog, con recursos y recomendaciones para mejorar el blog.
Tengo pendiente leer con detenimiento los nuevos cambios en el programa Whole30, que afectan principalmente al uso de patatas, con un argumento que supone un giro del 180º grados a su recomendación anterior: las patatas pasan de ser un alimento para cebar a los gorrinos a ser tan nutritivas como cualquier otro tubérculo (WTF?).
Muy de vez en cuando como patatas, sí, pero sin pasarme, porque tengo cierta tendencia a engordar, y los tubérculos no son lo más recomendable en mi caso.
Pero uno de mis platos favoritos siempre ha sido la tortilla de patatas, y cuando visito a mis familia en Granada suplico que preparen una tortilla para comer, como la de la foto, que comí ayer sin remordimiento ninguno:
A vuestra salud Dallas y Melissa.
Y ya que se han relajado en el uso de la patata, es posible que en breve digan algo como: Valeeee, dejamos hacer versiones paleo de postres.
Por si acaso, la receta que comparto hoy es un postre paleo, que no necesita horno, y que se prepara únicamente con ingredientes permitidos por el Whole30(c) .
Ingredientes (para unos 8 bocados)
150 gr. de zanahoria
60-70 gr de almendra molida (o harina de almendra)
4 dátiles medjol
1/2 taza de coco rallado
1 cucharada sopera generosa de canela
1 cucharada de postre de agua de azahar (opcional)
Preparación
Pela las zanahorias y córtalas en pedacitos antes de ponerlas en una batidora de vaso.
Bate bien hasta que que la zanahoria quede picada (en la foto aún le falta un poquito).
Añade los dátiles sin hueso y vuelve a batir hasta que los dátiles formen una pasta.
Vuelca las zanahorias y los dátiles a un bol.
Añade al bol la almendra molida y remueve bien con un tenedor o cuchara para mezclar bien los ingredientes.
Coge una cucharada sopera de masa y forma una bolita con ella.
Si la pasta queda demasiado líquida como para hacer bolitas consistentes, añade un poco más de almendra molida.
En una superficie plana, esparce el coco rallado y embadurna las bolas de tarta de zanahoria como si fuese pan rallado (
Deja enfriar un rato en la nevera antes de servir como postre.
Espero que te guste la receta
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