¡Buenos días! Llega el viernes y con él una rica receta que tiene como protagonista al langostino.
El langostino (Penaeus kerathurus), de la familia Penaeidae, es un crustáceo emparentado con la gamba y el camarón. De cuerpo comprimido lateralmente, cola muy pronunciada, caparazón liso semiduro y antenas alargadas.
Presentan dimorfismo sexual, su color varía según el sexo, los machos de color claro con bandas transversales rosas en el abdomen, son de mayor tamaño; y las hembras, amarillo-verdoso con bandas pardas y, a menudo, el abanico de cola bordeado en rojo, tienen el abdomen más ancho y la cabeza más pequeña. Pueden llegar a alcanzar hasta 25 cm de longitud, aunque generalmente oscilan entre 8 y 15 cm. A diferencia de las gambas, la fecundación y desove tiene lugar en el agua, en el caso de las gambas las hembras portan los huevos y los liberan en el mar.
Otras especies de interés comercial, similares a la anteriormente descrita son:
· P. monodon, langostino tigre giganteo langostino jumbo, de gran tamaño y bandas transversales muy marcadas que recuerdan a las del tigre.
· P. semisulcatus, langostino tigre castaño, ligeramente jorobado y muy atigrado en tonos marrones.
· P. japonicus, langostino tigre japonés, de tamaño pequeño y aspecto atigrado.
· P. cariculatus, langostino tigre oriental, con mancha oscura en el caparazón.
· Langostinos blancos, con colores uniformes —sin bandas— que varían en la gama de los rosas, amarillos y grises, como el langostino marfil (P.latisulcatus) , el langostino de la India o langostino blanco (P.indicus), y el langostino blanco del Pacífico (P.vannamei).
El langostino vive en fondos arenosos, a profundidades entre 5 y 90 m, siendo más frecuente sobre los 20 m. Sus principales áreas de distribución son el Atlántico y el Mediterráneo, aunque habita en todos los mares del mundo (Pacífico, Índico, etc.) y también son criados en acuíferos resultando en un aumento sustancial de la oferta y un abaratamiento de los precios.
Muy apreciado en todo el mundo por su alta calidad gastronómica, posee un alto contenido en agua, casi un 80%, favoreciendo la hidratación. Con respecto a los macronutrientes, destacan las proteínas y su contenido graso es bajo.
En cuanto al colesterol, su aporte es ligeramente elevado, pero es importante para multitud de funciones en nuestro organismo; empezando por la función estructural, ayudando en el mantenimiento de la membrana celular, por esto hay que controlar su consumo pero nunca suprimirlo de nuestra dieta.
En cuanto al contenido en minerales, es un alimento muy rico en yodo, fósforo, calcio, magnesio, selenio y hierro, todos minerales fundamentales en el organismo que participan en diversos procesos y funciones.
También posee un alto contenido en sodio, más bajo que las gambas pero aún así que hay que tener cuidado, sobre todo personas con hipertensión y problemas de carácter circulatorio; es un dato importante pero existe cierto equilibrio ya que además contiene un porcentaje importante de potasio, elemento clave en el organismo que permite mantener unos niveles adecuados de sodio en el mismo.
Con respecto al contenido vitamínico, destaca su contenido en vitamina E y B12. La vitamina E trabaja junto con el selenio en diversas funciones y actúa como un potente antioxidante, protege la membrana celular y tiene un papel fundamental en el sistema inmunitario; esta vitamina es la protectora por excelencia de los ácidos grasos evitando su oxidación por su capacidad antioxidante antes citada.
La vitamina B12 protege las bandas de mielina de las células nerviosas además de favorecer la síntesis y correcto funcionamiento de los neurotransmisores.
Después de conocer las propiedades del langostino, hoy cocinamos un Cóctel de marisco con salsa especial
Ingredientes para 4 personas
· 300-400 gr de mezclum de lechugas y hojas verdes
· 1 manzana
· 20 langostinos
· 50-60 gr de maíz dulce
· 1 pepino
Para la salsa
· 1 yogur natural
· ½ limón
· 1 cucharadita de miel
· 1 cucharada de aceite de oliva
· Cebollino
Preparación
Recomiendo comprar los langostinos ya cocidos, así podemos saltarnos un paso, pero sino, cogemos los langostinos crudos y los ponemos a hervir en agua con sal durante 3 minutos aproximadamente. Escurrimos y reservamos.
Una vez fríos, los pelamos, quitando la cabeza y los troceamos. Reservamos sin trocear unos 2 por cabeza, que serán para adornar. Limpiamos la lechuga y la troceamos con la mano, pelamos y troceamos la manzana y el pepino, y escurrimos el maíz.
Para hacer la salsa, ponemos en un bol el yogur natural al que incorporaremos el zumo del limón, el cebollino picado, la miel, el aceite de oliva y cualquier otra especia al gusto como eneldo. Removemos y batimos bien para conseguir la emulsión de la salsa. Si la queremos fresquita, la podemos meter un rato en el frigorífico.
Ponemos todos los ingredientes troceados en nuestro vaso de cóctel, incorporamos la salsa de yogur y removemos. Coronamos con los langostinos enteros que habíamos reservado y ¡listo para servir!
Este es un cóctel ideal para triunfar en cualquier ocasión, y con esta salsa ligera nadie puede negarse. Nos vemos la próxima semana. ¡Saludos!
Realizado por Tamara Valencia Dueñas y Cristina Vallespín Escalada