¿Qué es la alergia?
La alergia es una reacción exagerada del sistema inmunitario frente a sustancias que en la mayoría de los casos son inocuas.
La respuesta inmunológica en las enfermedades alérgicas está mediada por la inmunoglobulina E, que se une a las proteínas presentes en esas sustancias del ambiente y desencadena el proceso inflamatorio que da lugar a los síntomas.
Las alergias se desarrollan por la interacción de factores genéticos y ambientales. Pueden aparecer a cualquier edad, pero son más comunes en la infancia y la adolescencia, y pueden empeorar con el paso del tiempo.
Las personas que reaccionan a un alérgeno tienen más probabilidades de desarrollar nuevas alergias en un futuro. La alergia es una enfermedad muy extendida que se está volviendo cada vez más prevalente en todo el mundo.
La alergia respiratoria afecta a las vías aéreas, y por extensión incluye a los ojos.
Actualmente, más de un 20 % de la población mundial padece alergia respiratoria.
Las sustancias más comúnmente implicadas son, entre otras, el polen, los ácaros del polvo, los hongos, los epitelios de los animales y en algunos lugares las cucarachas y diversos inhalantes de origen laboral.
La exposición puede producir toda una serie de síntomas según el lugar afectado.
Algo sobre las gramíneas
La alergia primaveral es la más común en España, y el polen predominante en toda la península ibérica es el producido por las gramíneas.
Las fechas con más polinización ocurren entre abril y julio, época en la que es más importante combatir la alergia a las gramíneas.
Las gramíneas son una familia de plantas generalmente herbáceas que pueden ser silvestres o cultivadas. Son plantas anuales o perennes, en forma de espiga donde se agrupan varias espiguillas con sus correspondientes flores.
Existen alrededor de 12.000 especies y ocupan el 20% de la vegetación de la tierra.
Su importancia alergológica se centra en un reducido número capaz de producir polen abundante y aerovagante.
Así, entre las gramíneas comunes capaces de producir alergia destacan las espiguillas (Poa pratensis, Lolium perenne o ballico), caracolillos (Dactylis glomerata), o la grama (Cynodon dactylon), pues debido a su pequeño tamaño se desplazan con gran facilidad por el viento a kilómetros de distancia y pueden llegar más fácilmente a los núcleos urbanos.
Crecen por todas partes, como en el césped de los parques, campos de fútbol, piscinas y en la naturaleza, en bosques, campos y montañas.
Las cultivadas son cereales como el trigo, centeno, avena, arroz, cebada o maíz, y su polen causa problemas si estamos cerca de las plantaciones; por otro lado, en general, los alérgicos a gramíneas no suelen tener problemas al consumir productos horneados hechos con las harinas de los cereales.
La sensibilización a gramíneas es dominante en el Centro y Norte de la Península a excepción del litoral Mediterráneo, donde por el contrario la Parietaria judaica -una maleza de la familia de las urticáceas- relega a las gramíneas a un segundo lugar.
Igual ocurre con el olivo en el sur de España, en aquellas áreas con extensas superficie de olivares, tales como Jaén, Córdoba o Granada, donde este polen resulta ser la principal causa de polinosis, ocupando las gramíneas un segundo puesto.
Otros pólenes alergénicos
. Cupresáceas
En nuestro entorno también hay otros pólenes que provocan síntomas a los alérgicos.
Las cupresáceas, familia que engloba más de 125 especies, es uno de los más potentes alérgenos a los que están expuestos los alérgicos en nuestro país.
Estas plantas se encuentran en muchos parques y jardines. Las más abundantes son los cipreses y arizónicas.
Su polinización se puede prolongar desde finales de octubre a finales de marzo, pero en nuestra comarca los valores máximos suelen darse en febrero y marzo.
Las cupresáceas eran un polen casi anecdótico hace 2-3 décadas. Se detectaba en muy bajas cantidades.
El crecimiento de las ciudades, dónde se generaliza la utilización de setos de jardín, y la contaminación ambiental han aumentado la cantidad y alergenicidad de este polen.
Se ha demostrado que el polen de cupresáceas recolectado en zonas contaminadas es mucho más alergénico que el recolectado en zonas no contaminadas.
Es más, uno de sus alérgenos se expresa exclusivamente como consecuencia de la contaminación ambiental.
Plátano de sombra
El plátano de sombra es un árbol de crecimiento rápido, que por su mejor tolerancia a atmósferas contaminadas, es muy utilizado en calles, plazas y jardines.
La polinización del plátano, es corta e intensa, con un comienzo muy explosivo. No es como las gramíneas que van aumentado progresivamente, con el paso de los días.
El plátano de sombra desde el primer día de polinización puede alcanzar cantidades reactivas, que en nuestra comarca se detectan desde marzo a abril, especialmente en este último mes.
Olivo
Las oleáceas, familia compuesta por más de 600 especies, es muy relevante en la península ibérica.
El olivo (Olea Europaea) poliniza de abril a junio. Otros árboles de esta familia, como fresno y aligustre, también pueden inducir sintomatología en las personas alérgicas al olivo.
Estos árboles polinizan en época diferente al olivo, en los meses de marzo-abril, el fresno; y en la primera quincena de julio, el aligustre.
Urticáceas
Las urticáceas, familia con 45 géneros distintos, se caracterizan porque crecen en grietas que encuentran en muros.
Tienen un periodo de polinización prolongado, de noviembre a septiembre, pero la época más intensa ocurre de julio a septiembre.
Son urticáceas las ortigas (Urtica dioica) y la parietaria (Parietaria Officinalis). Esta especie es especialmente problemática para los alérgicos.
Es muy común en la costa mediterránea, tiene una polinización muy intensa y muestra una potente capacidad alergénica.
Quenopodiáceas
Las quenopodiáceas son plantas de amplia distribución, que requieren suelos con bajo grado de humedad y alto índice de salinidad.
Desde el punto de vista alergológico las especies más representativas son los cenizos (Chenopodium album) y la barrilla o trotamundos (Salsola kali).
En nuestra zona podemos encontrar las quenopodiáceas en bordes de los caminos, cunetas de carretera o, con mucha frecuencia, rodeando los cultivos.
La polinización de las quenopodiáceas es muy amplia, prolongándose durante los meses de mayo-octubre, al estar muy favorecida por el tiempo seco, soleado y elevadas temperaturas de los meses.
Sin embargo, el riesgo de síntomas se acota a julio-septiembre en nuestra zona, y en muchos casos es necesaria la proximidad a las plantas para presentar síntomas respiratorios.
Plantagináceas
Las plantagináceas, plantagos o llantenes, son malezas cuya polinización coincide con las gramíneas y el olivo, de abril a junio.
Son plantas herbáceas, sin tallos ramificados, de 15-20 cm de altura y con una inflorescencia terminal en forma de espiga, y flores blancas de pequeño tamaño.
Las compuestas, cuya especie más relevante es la Artemisia, son de interés por su polinización desde abril a septiembre.