A pesar de que la primavera es la estación más deseada por muchos debido a la llegada del buen tiempo, hay gente que espera que pase lo más rápido posible. ¿La razón?, la alergia al polen. En la primavera un gran número de plantas realizan el proceso llamado polinización, así que es cuando más personas sufren sus molestas consecuencias.
Los síntomas son congestión nasal, lagrimeo y picazón en los ojos, estornudos frecuentes y picores. No hay que confundir estos indicios con un resfriado, ya que éste viene acompañado de fiebre, malestar general y dolores más agudos.
No existe una fórmula milagrosa para librarse de los molestos síntomas de la alergia, pero es recomendable evitar realizar actividades al aire libre durante las horas de mayor polinización (entre las 13 y 17 horas), llevar gafas de sol para impedir el contacto del polen con los ojos, permanecer con las ventanas de casa cerradas y los cristales del coche subidos el mayor tiempo posible, y pulverizar con agua las habitaciones del hogar para que los granos de polen se depositen en el suelo.
Pero sobre todo recuerda no automedicarte y acudir siempre a tu médico para practicar las pruebas de la alergia. A pesar de lo que dice mucha gente no duelen nada y saldrás de dudas en poco más de 15 minutos.
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