El sistema digestivo juega un papel importante en nuestra salud general. Los problemas digestivos son particularmente comunes en la sociedad occidental y se han convertido en parte de la rutina diaria de muchas personas; pero en condiciones normales no deben ocurrir. Hay un gran número de personas que se han acostumbrado a vivir con trastornos digestivos tales como dolor abdominal e hinchazón, intestino irritable y estreñimiento. Hoy quiero mostrarte 5 factores que, sin darte cuenta, pueden afectar tu sistema digestivo y provocar su mal funcionamiento. También te sugeriré algunas soluciones para superar este problema.
El estrés
El estrés juega un papel importante en la salud del intestino. Los cambios bioquímicos que se producen cuando estamos estresados tienen un impacto significativo e inmediato en nuestra función intestinal. Cuando el cerebro se siente muy estresado, libera varias hormonas que causan cambios en el sistema digestivo a corto plazo, como falta de apetito, acidez estomacal, náuseas, diarrea y dolor de estómago. A largo plazo, el estrés prolongado puede empeorar las enfermedades crónicas, como el síndrome del intestino irritable y la acidez estomacal. No sólo afecta las enfermedades crónicas existentes, sino que también puede conducir al desarrollo de enfermedades gastrointestinales como la gastritis, la enfermedad por reflujo gastroesofágico, la úlcera péptica, la enfermedad inflamatoria intestinal, infecciones e incluso alergias alimentarias. Un estilo de vida saludable debe incluir técnicas de reducción del estrés; no sólo mejorarán tu sistema digestivo, sino tu bienestar general. (Ver: ¿El estrés es la causa de tu dolor de estómago? 3 soluciones que pueden hacerte sentir mejor)
Deficiencia de enzimas
Hay muchos factores que pueden afectar la capacidad de tu cuerpo para producir un nivel de enzimas lo suficientemente alto como para mantener una buena salud. Estos pueden ser: dieta poco saludable, contaminación del aire, estrés emocional, falta de sueño, entre otros. La deficiencia enzimática es la raíz de muchos problemas de digestión en la sociedad actual. Las enzimas digestivas, que se producen en su mayoría en el páncreas, ayudan a descomponer la comida en nutrientes para que tu cuerpo pueda absorberlos. La deficiencia de enzimas da como resultado una mala digestión y una pobre absorción de nutrientes, provocando una variedad de problemas gastrointestinales, incluyendo estreñimiento, hinchazón, calambres y acidez estomacal. Para mantener un nivel de enzimas saludable es importante comer alimentos crudos que sean ricos en enzimas. Esto ayudará al cuerpo a producir sus propias enzimas y a reducir la cantidad de enzimas que se necesita.
Deficiencia de magnesio
La deficiencia de magnesio causa, entre otras molestias, estreñimiento y trastornos digestivos. Tu cuerpo utiliza este mineral en el proceso de digestión; sin magnesio no puedes digerir adecuadamente los alimentos, ya que se encarga de activar las enzimas que permiten digerirlos y descomponerlos en pedazos más pequeños. También trabaja para producir y transportar energía durante la digestión. Es posible que no estés obteniendo suficiente magnesio de tu dieta. Asegúrate de incluir alimentos ricos en este mineral, tales como verduras de hojas verdes oscuras, nueces, semillas, granos enteros, frijoles, lentejas, aguacates, bananas y frutos secos. El magnesio también está disponible como suplemento, pero no debes tomarlo sin la aprobación de un médico, ya que puede interferir con otros medicamentos que tomes.
Desequilibrio de la flora intestinal
Nuestro tracto intestinal está lleno de especies de bacterias y levaduras que facilitan la digestión, eliminan los microorganismos dañinos y patógenos, además de ayudar a producir muchas vitaminas y otras sustancias químicas necesarias para la salud. Cuando la flora amistosa es deficiente permite que los patógenos dañinos se multipliquen en el intestino, afectando la digestión de los alimentos e incrementando el número de toxinas. Las causas del desequilibrio en la flora intestinal pueden incluir ciertas enfermedades, una dieta inadecuada, el uso de antibióticos, ciertos productos químicos presentes en los alimentos, etc. En estos casos es posible que desees considerar tomar probióticos y comer yogurt con cultivos vivos. Asegúrate de que la etiqueta indique que se trata de cultivos vivos, ya que algunas empresas pasteurizan o matan los organismos probióticos después de haber fermentado la leche para hacer el producto. (Ver: 9 razones por las que debes consumir alimentos probióticos)
Toxicidad de los metales pesados
La presencia de metales tóxicos, como el exceso de mercurio, aluminio, cadmio, arsénico, plomo y níquel, tienen un efecto perjudicial sobre la flora intestinal de algunas personas. Estos metales inundan el medio ambiente y se pueden encontrar en utensilios de cocina, productos de limpieza para el hogar, cosméticos, contaminación del aire, insecticidas, herbicidas y cigarrillos. Estos metales invaden nuestro cuerpo y causan, o contribuyen, a la aparición de una larga lista de enfermedades. Para ayudar a combatir la toxicidad de los metales pesados puedes usar arcilla para desintoxicar tu cuerpo o consumir alimentos ricos en pectina (manzanas). Este tipo de fibra se une a las acumulaciones de colesterol y los metales pesados, facilitando su expulsión de la sangre y los intestinos. El cilantro también ayuda a nuestro cuerpo a deshacerse del mercurio y otros metales pesados que terminan en el torrente sanguíneo.
Los alimentos ricos en clorofila también son buenos. La clorofila se adhiere a las toxinas y los radicales libres, y los convierte en materiales neutrales. Los estudios han demostrado que la clorofila ayuda a eliminar los metales pesados que tienden a acumularse en nuestro cuerpo y que tiene propiedades anticancerígenas que favorecen específicamente al hígado. También se ha demostrado que las algas verdes como la clorella, ayudan a eliminar los metales pesados como el cadmio y el mercurio, los pesticidas y los contaminantes industriales.
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