Sentirse cansado y agotado al final del día es síntoma real que tanto: las relaciones, las emociones y el ambiente en donde uno se ha movido, no han sido las adecuadas para lograr la renovación de nuestra energía vital.
El ser humano, no es sólo una estructura física hecha de moléculas, sino como todo lo demás, está compuesto por campos de energía. Cada célula del cuerpo humano transforma y renueva su energía.
Cuando hay salud, esta energía se emana hacia el espacio. Sin embargo, hay ciertas condiciones que drenan esta energía vital.
Los estados emocionales de las personas transforman la energía en positiva o negativa; de esta forma no sólo somos afectados por nuestro estado emocional, sino también por el de las personas que nos rodean. El amor, el entusiasmo, la pasión, la alegría y el agradecimiento son ejemplos de emociones que tienen la capacidad de emitir mayores niveles de energía positiva.
Por el contrario el temor, la ansiedad, el odio, la envidia y la confusión emiten energía negativa que tiene el efecto de agotar no sólo a la persona que lo está sintiendo, sino también a aquellos que lo rodean.
Liebault (1100) descubrió que los humanos tenían una energía que podía reaccionar sobre la energía de otros a distancia o de cerca. Una persona puede tener un efecto sano o insano sobre otro, sólo con su presencia. El campo de energía humana de una persona puede ser armonioso o discordante con el de otro; además puede tener el efecto de nutrir a otro o por el contrario, drenar su energía.
Entender esta relación entre la energía que tenemos, la energía de aquellos que nos rodean y la de nuestras emociones, es clave para poder renovarnos y volver a la esencia interna generadora de energía que está dentro de todo ser humano.
Esa energía es llamada desde hace 5000 años en la India y en la China, aliento de vida, el "Prana" o el "Qi" . Estar alerta a las señales de agotamiento, cansancio y de sentirse drenado de energía es importante para poder tomar las medidas a tiempo para renovar la energía y evitar así el desequilibrio energético, tanto físico como mental, que produce con el tiempo varias enfermedades.
Las 10 medidas que podemos implementar son:
1- Hacer ejercicio diariamente para descargar el estrés y producir energía en las células a través de la circulación. Este ejercicio puede ser tan sencillo como caminar.
2- Mantenernos en contacto con la naturaleza asegurándonos de tener matas a nuestro alrededor, visitar sitios naturales y crear espacios de trabajo con vistas a zonas verdes. Todo ser viviente emana energía, es por esto que nos sentimos renovados cuando paseamos por zonas de mucha vegetación o cuando observamos la naturaleza.
3- Tomar tiempo en el día y antes de acostarnos para hacer ejercicios de respiración, meditar y orar. Esto renueva nuestra energía poniéndonos en contacto con la fuente de vida que es capaz de equilibrarnos nuevamente.
4- Darnos masajes con profesionales que puedan reequilibrar nuestro organismo a nivel físico. Recuerden que el estrés desequilibra la columna y los músculos obstaculizando el paso de la energía a través de nuestro cuerpo.
5- Crear emociones positivas dentro de nosotros como son el amor, la pasión, el agradecimiento. Para lograr esto es necesario estar conscientes de las cosas positivas a nuestro alrededor y dar gracias a Dios por ellas. Señalar lo que nos parece hermoso como una puesta del sol, un árbol, unas flores o algo que fue construido o creado por alguien, ayuda a crear energía positiva en nosotros y en los que nos escuchan. Señalar lo que sí nos gusta de otros es otra manera de generar amor.
6- Dar. Se ha comprobado que la energía de las personas aumenta cuando dan, es por esto que la "ley del dar" produce automáticamente un nivel mayor de energía en aquel que está dando.
7- Evitar personas negativas que nos hacen sentir drenados de energía. Si tenemos personas a nuestro alrededor, cuya energía no es compatible con la nuestra, pero con quienes tenemos que convivir, es importante lograr un respeto mutuo donde las actitudes de esa persona no nos afecten. Esto se puede lograr subiendo la energía de uno mismo y del otro con palabras y actos de amor, limitando las interacciones y cuando éstas tienen que ocurrir y drenan nuestra energía, buscar el tiempo para meditar y recargarse.
8- Perdonar. Una de las emociones que más baja los niveles de energía es la rabia, el odio y la amargura que se mantienen en el organismo debido a la falta de perdón.
9- Relacionarse con personas que te nutren. Asistir a talleres, terapias, meditaciones, reuniones y otras actividades que produzcan crecimiento.
10- Consentirse con baños largos y relajantes, libros y películas positivas, buenas conversaciones y buenas relaciones. Entender nuestros niveles de energía es clave para tomar las medidas necesarias para volver a nuestra fuente interna de energía, que es capaz de renovarnos y darnos nuevas fuerzas. Recuerda siempre volver a la esencia de vida pura en ti, ésta es tu energía vital.
Recuerda: Somos mente, cuerpo y espíritu... No dejes de cuidarlos y alimentarlos diariamente.
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