A lo largo del tiempo se han llevado a cabo diversas investigaciones que evalúan y han intentando relacionar la ingesta de frutas y verduras con un menor riesgo de cáncer de mama, sin embargo, la mayor parte de esos resultados han resultado inconsistentes. Este tipo de investigaciones se basaban en evaluar la dieta a lo largo de la mediana edad o incluso más adelante, por lo que no quedaba del todo claro si el consumo de frutas y verduras en una edad anterior resultaba positivo.
Ten en cuenta que el tejido mamario es particularmente susceptible a exposiciones cancerígenas durante la infancia, la adolescencia y la juventud o vida adulta temprana. Tal es el caso de las mujeres expuestas a la radiación y,...., si influye la exposición a radiaciones ....¿no será también importante la dieta?
Generalmente aquellas personas que consumen una mayor cantidad de fruta en la adolescencia y en su juventud, también se suele asociar a un menor consumo de tabaco, alcohol, a una menor ingesta de grasa animal y mayor ingesta de fibra, por lo que en realidad son múltiples los factores que ayudan a prevenir el cáncer de mama.
En este mes de mayo ha salido a la luz los resultados de una investigación realizada por la Universidad de Harvad en colaboración con diversos hospitales y el Instituto de Cáncer Dana-Farber de Boston.
Este estudio prospectivo nos proporciona la ya conocida evidencia de que un mayor consumo de frutas y verduras durante la adolescencia y juventud está asociado a un menor riesgo de cáncer de mama.
En resumen, los resultados de esta investigación sugieren que:
el consumo de frutas y verduras ricas en caroteno α durante la adolescencia y juventud se asocia específicamente con un menor riesgo de sufrir cáncer y puede ser particularmente importante a la hora de prevenir el cáncer de mama
el consumo de frutas 2,9 raciones/día durante la adolescencia en comparación con 0,5 raciones/día se asoció con un riesgo del 25% menor de cáncer de mama, por lo que si tenemos en cuenta esta cifra, el número absoluto de los cánceres de mama que se podrían evitar con un mayor consumo de frutas resulta una cifra considerable y muy a tener en cuenta.
existen diferencias significativas entre las diferentes frutas y verduras individuales: un mayor consumo de manzana, naranja, plátano, uva, y la col rizada se asoció significativamente con un riesgo reducido de padecer este tipo de cáncer
en las decisiones sobre el consumo de fruta deben ser consideradas otras consecuencias como son un menor riesgo de padecer en un futuro diabetes y/o enfermedades cardiovasculares
Estos resultados apoyan las recomendaciones de prevención de cáncer de consumir más frutas y verduras y apoyar la adopción de estos comportamientos ya desde la infancia.
Lo mejor para que los peques de la casa adquieran hábitos es que tengan un ejemplo a seguir.
Comienza por incorporar la cantidad necesaria de frutas y verduras en tu dieta y habituar a los más pequeños a su consumo desde su más tierna infancia: sin estrés ni obligaciones, que no asocien "lo vegetal" a algo negativo.
Para familiarizarse con los sabores e ir incorporando las frutas y verduras un modo fácil es recurrir a los zumos y batidos.
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Fuente:
Farvid Maryam S, Chen Wendy Y, Michels Karin B, Cho Eunyoung, Willett Walter C, Eliassen A Heather et al. Fruit and vegetable consumption in adolescence and early adulthood and risk of breast cancer: population based cohort study BMJ 2016; 353 :i2343
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