El cáncer de mama es el más común de los cánceres que afectan a las mujeres de todo el mundo, y que debido a circunstancias como la mayor esperanza de vida o los hábitos de vida poco saludables, no deja de crecer en número de afectadas cada año.
Al carecer de síntomas en su etapa más temprana, que es cuando mayores posibilidades de superarlo tenemos, es difícil que podamos detectarlo sin un análisis, por lo que es importante que realicemos controles preventivos en un centro médico con regularidad.
En su etapa más avanzada, los síntomas más comunes que nos alertan de la posibilidad de sufrir un cáncer de mama son los cambios en el tamaño, forma o textura del pezón o las mamas, la presencia de tumores duros, irregulares y que por lo general no causan dolor en la zona de las mamas o axilas, así como la expulsión por los pezones de líquido sanguinoliento, blanco, amarillo o verdoso.
Tener un estilo de vida saludable junto con una alimentación equilibrada donde no falten las frutas y las verduras diariamente, nos ayuda no sólo a mantener nuestra figura, sino también a combatir y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades como el cáncer de mama.
No te pierdas la siguiente lista de alimentos que según diversos estudios científicos nos pueden ayudar a evitar la aparición de tumores en nuestro organismo, e inclúyelos en tu dieta.
Alimentación sana para prevenir el cáncer de mama
Té verde
Ya hemos escrito en otras ocasiones sobre los grandes beneficios que produce el té verde en nuestra salud, convirtiéndolo en ingrediente básico para la elaboración de numerosos remedios, como quemagrasas natural o para reducir la inflamación de la próstata entre otros.
Los polifenoles que componen el té verde colaboran poniendo freno al desarrollo de las células cancerígenas, por lo que su consumo está muy indicado para combatir el cáncer.
Brócoli y col de bruselas
Entre las sustancias que forman parte de estas verduras encontramos el sulforafano, un compuesto que tiene la capacidad de inhibir la acción de la enzima HDAC, una de las causantes del crecimiento de las células tumorales, convirtiéndolas así en excelentes aliadas naturales contra el cáncer.
Nueces
Su alto contenido en ácidos grasos, antioxidantes naturales y fitoesteroles, contribuyen a frenar el crecimiento de los tumores, según un estudio de la Universidad de Marshall.
Ajos
Gracias a su elevado contenido en oligosacáridos, flavonoides y azufre, el consumo frecuente de ajos nos ayuda a combatir la proliferación de células cancerígenas.
Por último, es importante recordar que debemos reducir o evitar el consumo de refrescos, carnes rojas y bollería industrial. Cambia estos elementos por agua, pescados y carnes magras como la de pavo o pollo.
Tampoco olvides tu práctica diaria de deporte, ya sea caminar, correr o montar en bici, lo que prefieras, pero no te quedes en casa.
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