Estas recomendaciones han sido pautadas por un grupo de trabajo de Urgencias y Emergencias, quienes las han dividido en varios supuestos:
A- Si no estás afectado por la enfermedad, pero estás experimentando emociones intensas como:
Nerviosismo, sensación de pánico o de peligro.
Estás constantemente preocupado por la enfermedad y la idea de contagiarte.
Estás permanentemente revisando información sobre el tema.
No puedes concentrarte en otras tareas y el trabajo.
Sientes que estás en estado de alerta, buscando síntomas constantemente.
Preguntas constantemente a tus familiares por su estado de salud.
Te cuesta conciliar el sueño.
En este caso, las recomendaciones son:
Identifica los pensamientos que te provocan esta situación de alerta y malestar, pues puedes caer en el ‘riesgo’ de la sugestión y experimentar síntomas falsos.
Reconoce tus emociones y acéptalas. Habla con personas de su entorno, busca su apoyo.
Recurre solo a datos fiables y oficiales, y evita información alarmista.
Cuando trasmitas información a tus familiares, que sea realista y sin exageración.
Evita la sobreinformación y contrasta los datos que vayas a compartir en redes sociales.
Ejercicios y pautas de autocuidado
Mantener una actitud optimista y objetiva.
Seguir las medidas de higiene y recomendaciones de prevención pautadas por las autoridades.
No hablar constantemente del tema.
Buscar apoyo en gente cercana.
Acudir solo en busca de información a fuentes como el Ministerio de Sanidad, los Colegios Profesionales, la OMS…
No contribuir a difundir bulos
Intentar mantener las rutinas.
No caer en el rechazo o la discriminación hacia otros.
B- Si eres parte de la población de riesgo según las autoridades sanitarias:
Sigue las recomendaciones y medidas de prevención y confía en ellas.
Sigue las pautas emocionales antes mencionadas.
No le restes importancia con la idea de evadir el miedo, pero no magnifiques la sensación de estar en riesgo. Hay que ser prudente, pero mantener la calma.
Ante el consejo de aislamiento, lo ideal es mantenerse ocupado y conectado con amigos y familiares, ya que es un situación que puede generar estrés, sensación de soledad, aburrimiento… Fija una rutina diaria y haz cosas que, en otra situación, no puede por falta de tiempo: leer, ver series…
C- Si tienes la enfermedad:
Sigue las recomendaciones previas.
Intenta no anticiparte ni ponerte en lo peor, controla los pensamientos intrusivos.
Piensa que la gran mayoría de personas lo supera sin problemas, así que no te alarmes.
Ante los momentos de angustia y miedo, piensa en experiencias anteriores similares: otras enfermedades superadas, por ejemplo.
Esperemos que estas recomendaciones te sean de utilidad. Además, queremos aprovechar para hablarte de nuestro método Crear Salud y, en concreto, de la metodología Siente. Con esta aplicación –que puedes descargar aquí– podrás poner en práctica el mindfulness y la psicología positiva, a través de meditaciones guiadas y ejercicios que te ayudarán a identificar tus emociones, manejar la inseguridad, el miedo o la angustia y reducir el estrés.